A día de hoy, las facturas se han convertido en unos documentos habituales en el día a día de las personas, sobre todo, para aquellas que trabajan en régimen de autónomo y claro está, para las empresas. Como bien es sabido, se trata del documento a través del cual, se puede reflejar de manera adecuada las operaciones que se han realizado de compraventa, siempre basándose en un periodo de tiempo determinado.
Si bien prácticamente todo el mundo tiene claro qué es una factura y la función que desempeña, hay que decir que no todos tienen los conocimientos suficientes para poder elaborarla de la mejor forma posible. En este sentido, hoy en día Internet lo pone bastante fácil, ya que se pueden encontrar varias páginas que permiten descargar una plantilla de factura de manera gratuita, y a golpe de clic.
Lo cierto es que se ha convertido en la práctica más habitual, sabiendo que de esta forma se puede agilizar bastante la tarea, ya que se podrá adquirir una o varias plantillas cómodamente y tan solo habrá que rellenar los datos que sean necesarios en cada caso. Generalmente, las plantillas gratuitas que se ofrecen son modelos estándar básicos, si bien, son más que suficientes para poder realizar una factura en las mejores condiciones.
¿QUÉ SE DEBE PONER EN UNA FACTURA?
Lo primero que hay que decir al respecto, es que normalmente en Internet, se pueden adquirir facturas de diferentes formatos. Así, lo más habitual es que se elijan las plantillas de tipo Excel, no obstante, también se puede descargar plantilla factura Word para poder manipularla según la información y los datos que se soliciten.
En cualquier caso, sea cual sea el formato descargado, es importante tener en cuenta una serie de datos básicos y clave, que no suelen faltar en ninguna factura que se precie.
De esta forma, una vez que se haya descargado la plantilla que se haya elegido, lo primero que hay que hacer es añadir el número de la factura, algo esencial para llevar un orden en el trimestre.
Por supuesto, habrá que añadir la fecha en la que se emite la factura y todos los datos del trabajador o la empresa, siendo habituales nombre completo, CIF, dirección, correo electrónico o teléfono móvil. De igual modo, es obligatorio añadir los datos del destinatario, independientemente de si es otra empresa o trabajador autónomo.
Por último, para completar la factura, se deben añadir los servicios que se han prestado y el valor total del trabajo, añadiéndole la cantidad base y el IVA. En el caso de los trabajadores autónomos, también habrá que incluir el IRPF.
PRINCIPALES TIPOS DE FACTURAS MÁS UTILIZADOS
Aunque los datos para las facturas no suelen cambiar demasiado y son principalmente los que se han comentado en el apartado anterior, hay que decir que sí existen varios tipos de facturas, según la función que tengan que hacer en cada caso. Así, en Internet se pueden encontrar diferentes modelos para descargar gratuitamente, según lo que necesite cada uno.
Proforma
Se puede decir que es uno de los tipos de facturas más utilizados, ya que es el que se encarga de presentar una oferta comercial. Es decir, en esta plantilla se incluye toda la información que se necesita saber acerca de esa oferta, incluyendo los servicios y el coste de los mismos. Hay que saber que esta factura no tiene valor contable y, por tanto, no necesita que se enumere.
Simplificada
Similar a un ticket de compra, su principal función es sustituirlo. Suelen ser facturas muy utilizadas por los autónomos, teniendo en cuenta que deben ser cantidades pequeñas, ya que está prohibido que superen los 400 euros.
Electrónica
Sin duda alguna, el modelo de factura más popular en los últimos tiempos, ya que se puede realizar directamente de manera online, con plataformas y programas habilitados para ello. Se rellenan igual que las facturas tradicionales.
