El pasado mes de junio, el Ministerio de Industria, Comercio y Turismo seleccionó un total de 28 proyectos para el programa de Planes de Sostenibilidad Turística en Destinos. El municipio de Reocín fue uno de los destinos seleccionados para formar parte de un plan que pretende, entre otras cosas, potenciar el turismo de las zonas de interior más rurales y explotar el contacto con la naturaleza y lo cotidiano.
Hace unos días, se daba luz verde a este programa, que forma parte de la estrategia de Turismo Sostenible de España 2030, cuyo objetivo es impulsar la sostenibilidad en el sector turístico desde tres ámbitos: socioeconómico, territorial y medioambiental.
Se autorizó la suscripción del convenio entre el Ministerio, la Consejería de Industria, Turismo, Innovación, Transporte y Comercio de Cantabria, y el Ayuntamiento de Reocín para que se ejecute este Plan de Sostenibilidad Turística en el municipio.
En total, se destinarán 61’4 millones de euros a los 28 proyectos seleccionados de entre un total de 224 candidaturas; los planes afectan a 20 provincias de 15 Comunidades Autónomas. En Cantabria, solamente Reocín ha conseguido que se incluya su proyecto, que recibirá una inversión total de 3 millones de euros que están, en parte, financiados con fondos europeos.
El Plan de Sostenibilidad Turística “Reocín, entre la costa y el mar” pretende situar al municipio como un “destino turístico sostenible y novedoso”. Dentro de las actuaciones previstas, se incluyen iniciativas para poner en valor espacios naturales y culturales como el río Saja o la Cueva de Altamira. También se incluyen iniciativas para seguir con el desarrollo de distintas rutas turísticas, en cuya modernización ya se ha trabajado en el pasado con la incorporación de elementos como la realidad aumentada, que enriquece la experiencia del visitante.
Uno de los objetivos de este programa de fomento del turismo sostenible es mejorar la competitividad de Reocín con iniciativas para revalorizar la zona. Pero también combatir el cambio climático con, por ejemplo, el diseño de vías ciclistas, o modernizar el municipio con la incorporación de las nuevas tecnologías y la creación de experiencias diferentes con una oferta de deportes como la escalada y la bicicleta de montaña o tradicionales cántabros, de pesca fluvial, o de turismo astronómico.
La idea es ofrecer experiencias a los visitantes que no encuentren en otros destinos más populares y reducir así la masificación en algunas zonas, sobre todo en la costa.
¿QUÉ ES EL TURISMO SOSTENIBLE?
El objetivo del turismo sostenible no es otro que la supervivencia del sector. Frente a los efectos del modelo que tradicionalmente ha imperado en España, el de “sol y playa”, que tiende a la masificación de los destinos y tiene un impacto negativo en el entorno, se quieren impulsar propuestas que respecten en el medio ambiente y puedan así perdurar en el tiempo.
Esta voluntad de perdurar en el tiempo no se limita al impacto medioambiental de la actividad turística, sino que el turismo sostenible también tiene una dimensión económica y social. El sector debe ser viable y rentable a nivel económico para todos los agentes involucrados, y también respetar y convivir con la cultura local.
De hecho, la UNWTO, u Organización Mundial del Turismo, que es una agencia de Naciones Unidas, define el término de "Turismo Sostenible" como: "aquel que tiene en cuenta las repercusiones actuales y futuras, económicas, sociales y medioambientales para satisfacer las necesidades de los visitantes, del entorno, de la industria y de las comunidades anfitrionas”.
Para lograr el equilibrio entre el desarrollo del sector turístico y la sostenibilidad medioambiental, económica y sociocultural, la UNWTO señala que el turismo sostenible debe: hacer un uso adecuado de los recursos naturales, respetando los procesos ecológicos y ayudando a la preservación de los ecosistemas; respetar y conservar los activos culturales, arquitectónicos y valores tradiciones de las comunidades de los destinos turísticos; promover actividades económicas que sean viables a largo plazo y cuyos beneficios estén distribuidos de una manera justa, creando oportunidades de empleo y generando ingresos para las comunidades anfitrionas.
