jueves. 25.04.2024

Nunca se han ido del todo, aunque ahora los álbumes de foto físicos han resurgido con fuerza. Tal vez el confinamiento haya ayudado, al rescatar los viejos álbumes familiares para enseñárselos a los más pequeños, o puede ser la consecuencia del regreso a las manualidades como el scrapbooking. Cuando las cámaras analógicas son piezas de coleccionista y las memorias portátiles nos permiten almacenar miles de imágenes en alta resolución, volvemos al encanto del viejo álbum de fotos.

¿POR QUÉ NOS GUSTAN LOS ÁBLUMES DE FOTOS?

Si tienes más de 25 años es casi seguro que conserves alguna fotografía analógica cargada de valor sentimental. Puede ser de tu infancia o de personas que ya no están, pero permanecen vivas en tu recuerdo. Todos tenemos algunas fotos que son muy significativas para nosotros.

Al generalizarse el uso de las cámaras digitales, mucha gente decidió digitalizar algunas de esas fotografías cargadas de recuerdos. Los programas de retoque de imágenes permitían además devolver el color a las fotos deterioradas por el paso de los años. Y aparecieron los álbumes de fotos digitales. Pero les faltaba algo, al menos para muchos.

Al comenzar la crisis económica en el 2008, mucha gente se aficionó a llenar parte de su tiempo de ocio realizando manualidades y de entre ellas destacó el scrapbooking. Inmediatamente los aficionados al scrap comenzaron a crear sus propios álbumes de fotos personalizados, en los que colocaban esas antiguas fotografías o bien otras más recientes pero igual de especiales, plasmadas en papel fotográfico a veces con la misma impresora doméstica. Eran álbumes con mucho encanto, que recordaban en su formato y materiales a los álbumes vintage de los años 50, pero ahora se presentaban de manera mucho más cuidada y personal.

Estos álbumes hechos a base de horas cautivaron a gente ajena al scrapbooking, por lo que se empezaron a vender álbumes de fotos ya montados, aunque con espacio para aportar un toque personal si se deseaba. Este tipo de álbumes, que siguen siendo tendencia, rescataron a los otros y hoy en día las fotos especiales se conservan en formato digital pero también de manera física.

Existen numerosos diseños, desde los vanguardistas hasta los románticos, con cubiertas de cuero que imitan los antiguos libros escritos a mano. Estos álbumes elaborados con materiales de mayor calidad pueden ser un regalo perfecto para sorprender a esos amigos que acaban de ser padres o el aliciente para rescatar tú mismo recuerdos de la infancia o de la juventud, y compartirlos con las nuevas generaciones.

Los álbumes de fotos físicos tienen ahora más demanda de la que tuvieron en los años 80, por poner un ejemplo. La oferta en diseños y materiales en tan amplia como para hacer difícil decidirse por uno solo y puedes encontrarlos ya elaborados al completo o con opciones para ser personalizados. Según parece, con las fotografías sucede lo mismo que con los libros en papel, y hay un sector importante de la población que se niega a dejar de disfrutarlos. ¿Es tu caso?

Los álbumes de fotos son tendencia
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