viernes. 29.03.2024
SERIE CANTABRISMO [BLOQUE 4 | ARTÍCULO 19]

Pasado y presente del feminismo

En los últimos años sentimos alegría de ver en las calles a jóvenes, muy jóvenes y a hombres luchando codo a codo con las veteranas. Nos complace mucho saber que hay relevo y que éste será tan bueno o mejor que las de nuestra generación.
Manifestación por el Día Internacional de la Mujer de 2019
Manifestación por el Día Internacional de la Mujer de 2019

A la hora de rememorar cómo éramos y como somos, la tentación es a la autocomplacencia. Recuerdo escuchar desde una mesa cercana , en el antiguo aeropuerto de Sondika (Bilbao) como dos mujeres planeaban y estructuraban el primer ocho de Marzo que se celebraba en España. Yo era una niña pero escuchaba con toda atención aquellas palabras que sembraron en mí, quien sabe, si alguna respuesta a tantas preguntas.

No es que hubiera visto mucha diferencia. Tuve suerte de nacer en una familia donde las mujeres eran fuertes, trabajaban y eran soporte de las decisiones hogareñas. No era lo común, pude comprobarlo después. Cuando intenté pedir un crédito y no me lo concedían hasta que mi marido de entonces firmara consentimiento. Si hubiera querido viajar al extranjero también hubiera tenido que consentirlo él. Si hubiera sido infiel es posible que, de sufrir denuncia, acabara en la cárcel mientras ellos no. Cuando comencé a tomar anticonceptivos, mi aguerrida abuela los consiguió gracias a una farmacéutica aliada. Era toda una aventura de tráfico de influencias. El divorcio lo sudamos como el aborto y tanto más.

Tuve que tomar un avión para poder abortar con los mínimos de seguridad que mi país no me ofrecía. Claro que se podía…en una cocina con una partera que podía desgajarte el cuerpo y morir desangrada en una mesa, era una opción. Pude ahorrar el dinero que costaba el viaje y la clínica marchando con la maletica plena de soledad y desamparo hacia Londres donde había toda una industria del aborto gracias a las españolas.

Una famosa en Santander -estaba en la calle Lealtad- donde el aborto era una intervención excusada para las chicas de buena familia con posibles. Se pagaban entonces 60.000 pesetas. En Londres, con avión, hotel e intervención incluida, pagué 30.000. Hagan sus cuentas. Porque en España, con tal de pagar, se puede delinquir sin consecuencias.

La vida laboral estaba difícil para nosotras. Salvo maestras, enfermeras, azafatas había poco donde elegir y lo poco era duro. Enseguida notabas la diferencia. Justo a final de mes, cuando cobrabas menos que ellos. En el trato. En el constante acoso que se sufría…Ahora que lo pienso, seguimos ganando menos, exactamente hacemos una media de 450€ al mes menos que los hombres, según estudios cualificados. Ahora que me doy cuenta, siguen acosando a mujeres, nos siguen tratando de forma diferente… A ver  si no hemos avanzado tanto como pensamos.

El patriarcado, queridas mías es sistémico. Está enraizado en la sociedad como mala hierba y cuesta erradicarlo. Por muchos motivos. Unos de ellos la religión. Hace poco el papa con generosidad anunciaba a bombo y platillo que en caso de necesidad podíamos dar hostias…Consagradas, no piensen ustedes mal. Dar la comunión. Porque, queridas/os, no podemos tocar la Sagrada Forma. Por ser mujeres. No podemos ser curas, ni papas, ni decir misa, ni consagrar. Las monjas sirven para eso: servir. Cuidar, limpiar  y ser útiles siempre al servicio del hombre. Como buenas siervas.

El patriarcado está enraizado en el sistema desde el ancestro. Por eso cuesta tanto que los muchachos entiendan que somos libres, que tenemos el derecho a decir que no o decir que sí, al sexo. Según gusto y apetencia, no según SUS gustos y SUS necesidades. Se considera que el hombre necesita el sexo y nosotras al mínimo desliz ya debemos prestarnos a satisfacer su necesidad. Pregunten, pregunten si dudan…Y no, ustedes y yo podemos coquetear, flirtear hasta donde nos dé la gana y decir no o sí según nos pete. Claro que luego surgen dudas ¿Qué hacía a esa hora sola por la calle? ¿Qué hacía acompañada de dos hombres? ¿Cómo iba vestida la muy zorra? ¿Cómo se atreve a viajar sola? Algo buscaba…

Frases que escuchamos de continuo. Frases que solo nos dedican a nosotras. Nunca a ellos.

Caminar por una calle solitaria no es impune. Caminar sola sintiendo los pasos tras de nosotras, atisbar que es un hombre o varios, nos sigue estremeciendo de miedo. Entrar en un ascensor con un tipo, nos da un cierto escalofrío. No sea que…

Las madres nos explican que nos cuidemos, que a ver con quien vamos. El padre que estemos alertas, que bajemos la falda y cerremos las piernas, que no bebamos no sea qué se aprovechen de nosotras. Porque ser una mujer fácil ya sabemos lo que supone. El concepto de hombre fácil no sabría describirles que es exactamente. Una mujer con experiencia sexual es una zorra, un hombre experimentado es un tipo interesante.

Y así hasta el infinito, queridas mías. Claro que hemos avanzado. Mucho y bien, nuestro trabajo nos ha costado porque no sé si saben que la sociedad no concede nada sin lucha. La feminista ha sido ardua, pesada, a veces heroica. Hay una larga historia detrás que lleva más de tres siglos de lucha enconada. Jamás ha producido víctimas, algo de lo que nos sentimos orgullosas. El movimiento feminista no ha matado nunca. Y nos suelen llamar, feminazis, ya lo habrán escuchado y leído muchas veces. A las sufragistas las torturaban, las alimentaban a la fuerza pero ellas, tozudas y tenaces, salían de la cárcel con renovadas fuerzas y volvían a las huelgas de hambre. No a matar ni a pegar. Pedían el voto a base de lucha y de huelga de hambre.

Hay pintoras, científicas, escritoras, músicas, que no han sido reconocidas y permanecen ocultas en los sótanos de la historia de los que las queremos y debemos sacar, porque podemos sentir mucho orgullo de ser mujeres y de las que nos han precedido. Hemos luchado como titanas, cuando el patriarcado nos ha necesitado ha recurrido a nosotras para luego tornarnos al hogar y a la pata quebrada. Pero aquí estamos. A pesar de todo.

En los últimos años sentimos alegría de ver en las calles a jóvenes, muy jóvenes y a hombres luchando codo a codo con las veteranas. Nos complace mucho saber que hay relevo y que éste será tan bueno o mejor que las de nuestra generación.

Ni un paso atrás, queridas. Y recuerden, al heteropatriarcado se le sacude de firme porque no concede ni regala. Y cuando las llamen feminazis, pregunten cuantos campos de concentración y crematorios ha tenido el movimiento feminista. Y luego sigan adelante.

Con afecto dedico este artículo a una mujer pionera y heroica. A mi querida y admirada Marta Peredo. Cuanto aprendí y cuanto le debemos.

Viene de: [BLOQUE 4 | ARTÍCULO 18] La economía cántabra de los 90 a la actualidad: la consolidación del modelo

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[BLOQUE 4 | ARTÍCULO 16] Las profundas transformaciones de la estructura económica cántabra de 1973 a 1986

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[TRIBUNA I] | Una vía propia en la Cantabria del final del Antiguo Régimen y la Ilustración

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[PRESENTACIÓN] | “A los que en el pasado consiguieron el reconocimiento de las libertades de Cantabria y a los que luchan y lucharán en el futuro”

Pasado y presente del feminismo
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