viernes. 19.04.2024

El Grupo Siro, uno de los grandes de la industria galletera de nuestro país, se aproxima a su fin. Ya ha comunicado el cese de actividad de las fábricas ubicadas en Aguilar de Campoo, Venta de Baños y Toro como consecuencia de la negativa de muchos de sus empleados a acogerse al programa de recortes que propusieron los inversores Davidson Kempner y Afendis. Por otro lado, Siro ha anunciado que no va a ingresar la nómina del mes de mayo a 1.700 trabajadores.

No va a ingresar la nómina del mes de mayo a 1.700 trabajadores

Los inversores llegaron a realizar una inyección de capital de 180 millones de euros y se hicieron cargo del 75% de las acciones del grupo con la intención de enfrentarse a la deuda de 300 millones de euros que en ese momento tenía la compañía. Pero para poder alcanzar este acuerdo era necesario disminuir los salarios y modificar algunas condiciones, como por ejemplo la antigüedad.

El plan fue visto con buenos ojos por los empleados de Aguilar de Campoo pero tuvo el rechazo de los empleados de Venta de Baños, ya que las nuevas condiciones implicaban su cierre. La plantilla, de unos 190 trabajadores, sería reubicada en otras plantas de Castilla y León o serían indemnizados. Sin embargo, desde la fábrica de Toro han demostrado su negativa se opusieron frontalmente y recriminaron que "el plan supondría una pérdida de derechos, como la antigüedad, además de la ampliación de jornada laboral y la pérdida de poder adquisitivo. No es solo el salario que nos van a quitar, es lo que vamos a dejar de ganar".

Ante esto los inversores han decidido retirar su inversión, tal y como han señalado desde el Grupo Siro. "Os informamos de que el inversor ha comunicado por escrito, dada la situación de falta de acuerdo con los trabajadores para la mejora de la competitividad, que no está en disposición de proceder con el cierre de la operación ni, por tanto, de acometer la inversión en los términos previstos en el acuerdo". 

Durante la pandemia, el Grupo Siro tuvo unas ventas netas de 464 millones de euros, un 20% menos que el año anterior. A pesar de esto, la compañía se ha mantenido en como la segunda empresa galletera española por detrás de Mondélez, que produce Oreo, Chips Ahoy!, TUC y Belvita, entre otras. Sin embargo, desde el grupo han asegurado que la producción "tiene un coste salarial del 29% superior a la media del resto de las fábricas de la compañía y un nivel de ausentismo del 18,2%, frente al 6% de las plantas de Castilla y León". 

Durante la pandemia, el Grupo Siro tuvo unas ventas netas de 464 millones de euros

El cierre supone la desaparición en los supermercados de una de las marcas de galletas más tradicionales y conocidas, ya que también se esconde bajo los productos de Hacendado, la marca blanca de Mercadona. Asimismo, es un fuerte golpe para el empleo de las zonas rurales donde están las fábricas y para el sector agrario de Palencia, Zamora y Valladolid, que vende parte de su producción a la galletera.

La zona de Campoo, afectada por el cierre de la galletera Siro
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