jueves. 25.04.2024

La Junta de Contratación de la Secretaría de Estado de Cultura ha sacado a concurso el control y seguimiento del biodeterioro y de las condiciones ambientales de la Cueva de Altamira, en Cantabria,  declarada Patrimonio de la Humanidad hace 30 años y considerada la capilla sixtina del arte rupestre.

El Ministerio de Educación, Cultura y Deporte ha anunciado este sábado la licitación del contrato que también contempla el control y seguimiento del agua de infiltración y de las emisiones de gas radón en la cueva de arte rupestre. 

El importe total asciende a 133.100 euros y el plazo de ejecución será de doce meses

En el año 2012, el Patronato del Museo Altamira aprobó el inicio de un programa de investigación bianual de carácter multidisciplinar dedicado a la conservación preventiva de la cueva, para su preservación.

En este marco, el 12 de septiembre del año 2014 el Patronato de Altamira presentó sus resultados y aprobó la aplicación del Plan de Conservación Preventiva.

Según consta en el pliego de condiciones técnicas del contrato,  ahora se pretende hacer un seguimiento de las condiciones ambientales de la cueva, a través del control de las filtraciones de agua en el techo de polícromos y la evaluación del riesgo para la salud por exposición al gas radón, y un seguimiento de su biodeterioro mediante acciones de control de microorganismos patógenos y de su proliferación.

Polémica

A principios de este mes de marzo, se desató una polémica a raíz de que el Departamento de Prehistoria de la Universidad Complutense de Madrid, con el respaldo de investigadores del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), remitiera una carta a la Unesco.

En ella, prehistoriadores e investigadores alertaban a dicho organismo del aumento de visitantes que estudia el Patronato y que, de llevarse a cabo, "favorecería el deterioro de las pinturas rupestres", en riesgo por las filtraciones de agua y posibles desprendimientos.

El Gobierno de Cantabria aseguró que "nunca se pondrá en riesgo la cueva" de Altamira

Por ello, y al igual que hicieron hace un año cuando el Patronato decidió mantener de forma indefinida las visitas experimentales --cinco personas y un guía un día a la semana--, han abogado por mantener la cueva original cerrada al público hasta que se conozcan las causas de esos problemas.

Ante esta petición, el Gobierno de Cantabria aseguró que "nunca se pondrá en riesgo la cueva" de Altamira, y destacó que en que esa "discusión" tiene "cabida" en el Plan de Conservación ya que es "un documento en permanente evolución" y basado en las investigaciones científicas.

Según el Gobierno cántabro, esas investigaciones son, precisamente, las que determinarán y "dirán en qué medida se puede ampliar o no" el régimen de visitas experimentales.

Al respecto subrayó que "no se va a tomar ninguna decisión al margen del plan de conservación", por lo que considera que es "plenamente compatible lo que dicen unos científicos y otros".

Vigilarán las condiciones ambientales de la cueva de Altamira
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