viernes. 19.04.2024

Miles de personas concurren cada año las playas de Cantabria, región que alberga más de noventa arenales cuya longitud se aproxima a los 220 kilómetros. Sin embargo, estas zonas no solo son transitadas por los viandantes, cántabros o turistas, que visitan los diferentes municipios de la Comunidad Autónoma, sino que también son recorridas por los perros, que junto a sus dueños, disfrutan de las zonas costeras de la tierruca.

Cantabria es una de las comunidades donde hay más arenales habilitados para estos animales

Los paseos por estos terrenos son, tanto para humanos como para sus amigos perrunos, beneficiosos para la salud, puesto que aparte de aportar vitamina D, ayudan a mantener el cuerpo en forma y a combatir el calor, en algunos casos sofocante del verano. Así, en el norte de España hay diversas playas para perros, aunque Cantabria es una de las comunidades en donde hay más arenales habilitados para estos animales. 

Los perros siempre han sido descritos como “el mejor amigo del hombre” y, en ocasiones, han resultado ser más civilizados que los propios humanos. Siguiendo las normas y recomendaciones establecidas en las playas, estos animales pueden disfrutar de los arenales cántabros con total seguridad desde que en el año 2016 el Arenal del Jortín (Santa Cruz de Bezana) permitió que, acompañados por sus dueños, estas mascotas tuviesen la posibilidad de recorrer las playas de Cantabria por primera vez.

PLAYAS DE PERROS CÁNTABRAS

Bajo la denominación Pet Friendly, los destinos que han sido adaptados para la estancia de estas mascotas han sido la Playa de la Maza (San Vicente de la Barquera), las playas de Arcisero, Oriñón y la Cala Cargadero de Mioño (Castro Urdiales), el Puntal (Somo), la Playa La Riberuca (Suances), la playa de Helgueras (Noja) y el Arenal del Jortín (Bezana).

Liberto Pérez, jefe de la Policía Local de este último municipio, comenta que “en el Jortín tan sólo hemos tenido un par de incidentes y los vecinos y visitantes respetan las normas para sus mascotas desde que la Ordenanza se publicó en 2016”. Y es que fue en ese año cuando Cantabria tuvo la primera playa adaptada para estas mascotas, y, posteriormente, se fueron sumando muchas otras en diferentes municipios de la región.

OPINIONES CONTRAPUESTAS

Los arenales de la Comunidad Autónoma se encuentran disponibles a partir de las 20:00 para pasear a estos animales. Es el caso de Carmen Toraya, natural de Cuchía, que pasea a diario junto a Saku, su perra, por la playa de Marzán, donde una zona ha sido habilitada para estos animales. Allí, los habitantes del pueblo norteño se reúnen para disfrutar de este territorio natural junto a sus mascotas. Cristina Díez, por otro lado, recorre junto a Crash una zona habilitada por el Ayuntamiento de Suances en La Riberuca para la estancia de estas mascotas. “Le gusta nadar y vamos todas las tardes, sobre todo en verano, además paseamos junto a otros perros de la zona”, comenta Díez, que lleva más de dos años acudiendo a los arenales junto a su perro. 

Los perros carecen de una racionalidad completa, aunque en contadas ocasiones parecen tener más sentido común que muchas personas

Por otro lado, los más reticentes se muestran contrarios a que estos animales puedan pasear junto a sus dueños por las playas de Cantabria. “Nos quejamos de que los adolescentes dejan la basura en San Juan, pero nadie habla de la suciedad que dejan los perros cada día en las playas de Cantabria”, comenta J.S.M, que, además, denuncia que “muchas veces los perros están por playas que no les corresponden, como Los Molinucos, donde los dueños dejan a sus mascotas sueltas sin control” y, a su juicio, “son un peligro para nuestros hijos”. A su opinión se suma la de A.R.G, una mujer de 61 años que afirma que “los perros son los causantes de todos los problemas en las playas, siempre están dejando sus desechos” y señala que “no es cierto que la playa sea de todos porque ellos nos han invadido y nos han quitado nuestra libertad”.

Cartel que permite entrar a perros en la playaCartel que permite entrar a perros en la playa

Lo cierto, sin embargo, es que los perros carecen de una racionalidad completa, aunque en contadas ocasiones parecen tener más sentido común que muchas personas. Estas mascotas son dependientes de sus dueños que, provistos de la lógica suficiente para vivir en sociedad, son los responsables de lo que ocurra con sus animales en los arenales.


 

La vida perruna en las playas de Cantabria
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