sábado. 20.04.2024

Cantabria esconde historias y mitos que han seguido en primera línea con el paso del tiempo. Por eso existe en la región la tan conocida mitología cántabra, objeto de miles de historias y personajes. Su origen tiene que ver con los mitos celtas y romanos, emparentándose en parte con leyendas y tradiciones del resto de la cornisa Cantábrica, de ahí que sea tan especial para nuestra cultura y se encuentre en tantos lugares, hasta hay un Centro de Interpretación de la Mitología de Cantabria

Existen varios personajes dentro de la mitología cántabra y la mayoría viven en los bosques, por ello, es más probable que podamos encontrarnos de manera mágica a alguno de ellos. Eso sí, será mejor que nos encontremos con una anjana, un ser bondadoso, que no con una ojáncana, quienes albergan en su interior crueldad y peligro. 

Para poder identificar a algunos de estos seres mitológicos basta con observarlos muy bien y saber qué características tiene cada uno, desde sus manos y pies, hasta la leyenda que les recuerda. 

OJÁNCANO Y OJÁNCANA

El ojáncano es uno de los personajes más malvados y temidos por todos los cántabros, sin olvidarnos de la ojáncana. 

Con su aspecto ya lo deja claro, porque es un gran ogro, muy alto y robusto con diez dedos en cada pie y en cada mano, además de sus afiladas garras. En ellas suele llevar una honda de piel de lobo con la que arroja grandes piedras y en la otra porta un recio bastón negro, que puede transformarse en lobo, víbora o cuervo, los tres animales del bosque amigos suyos.

El Ojáncanu

Pelo áspero y rojizo es lo que cubre a este ogro, a parte de su gran barba. En esta, se dice que alberga un pelo blanco, que es el punto débil del ojáncano, y que si alguien consigue arrancarle ese pelo, este personaje lo sentirá tanto, que puede llegar a matarle. Los ojáncanos se alimentan de bellotas, de las hojas de los acebos y de los animales y panojos de maíz que roban. Pero también come murciélagos y aves como las golondrinas, además de los tallos de las moreras, y suele hurtar a los pescadores las truchas y las anguilas.

Por su parte, la ojáncana, temida de la misma manera o más dentro del bosque,  al igual que el ojáncano, vivía en las cuevas lóbregas y profundas, sucias, desaliñadas y malolientes. Su comida predilecta era la carne cruda, a poder ser de niño. 

ROBLÓN

El Roblón es el árbol de la mitología cántabra. Es más grande que un ojáncano y tan fuerte que podría vencer a cualquier roble de los montes de Cantabria. 

Detrás de su aspecto, una larga cabellera de hierba seca donde le caen grandes mechones desde las ramas más altas. Vive una leyenda y es que se cuenta que un día de tormenta alguien se cobijó en su interior y, desde entonces, este personaje llamado roblón no paró de crecer, absorbiendo todo de quien pertenecía dentro.  

PECU

Pecu, algo travieso y malvado. No nos sorprende dentro de la mitología ya que existen seres que inundaban los bosques de miedo, al igual que el pecu, ubicado en los alrededores del río Saja. Se cuenta que su madre lo maldijo y, aunque su aspecto sea el de un pájaro, anteriormente era un niño cántabro. 

MUSGOSO

La humanidad de los bosques. A este personaje todo el mundo lo respeta. Este ser mitológico alerta a los demás de las cosas malas, como puede ser de la llegada del Ojáncano a las cercanías o de las venganzas de la propia naturaleza. 

Musgoso

¿Su aspecto? Es alto, delgado y siempre anda muy despacio. Lleva siempre con él un zurrón donde guarda uno de sus objetos más preciados: su flauta. Con ella es con la que alerta la llegada de algo malo. 

GUAJONA

La guajona es un ser nocturno, solo sale de noche. Se pasea por los bosques con su aspecto desmejorado y parecido al de una bruja, tapada de cabeza a pies. 

La Guajona

Su leyenda cuenta que entra en las casas sin hacerse notar y se acerca en silencio a los niños y jóvenes sanos dormidos para chuparles la sangre clavándoles en vena su diente, aunque no los mata, sino que los deja casi exangües, de forma que se despiertan fatigados, pálidos y descoloridos por la mañana. No ataca a los viejos o adultos.

ARQUETU

Otro ser mitológico que se encuentra en la parte buena de la historia. Este personaje ayuda a los demás y tiene una característica en su forma de ser: odia que la gente gaste el dinero porque sí. Por eso cuando alguien comete ese error y se queda sin dinero, el arquetu ayuda a esa persona pero si vuelve a suceder, este hará que esa persona viva de por vida en la calle y tenga que pedir limosna para sobrevivir. 

ANJANA

Las hadas buenas y generosas de la mitología cántabra. Este ser lleva la paz a los bosques y son la contrapartida a esos seres malvados que conocemos. Tienen un aspecto joven y atractivo, larga melena y vestimenta delicada. Llevan consigo una frasco de elixir para curar a los enfermos y esconden unas alas para poder volar. 

Anjana

CABALLUCOS DEL DIABLO 

La noche de San Juan es una de las especiales del año. Justo en esta noche es donde aparecían los Caballucos del Diablo, que parecen libélulas gigantes con unas alas larguísimas y transparentes para volar. 

Estos ‘Caballucos’ son siete de diferentes colores: blanco, negro, rojo, azul, verde, naranja y amarillo. Se cuenta que, si alguna persona los ve en la noche de San Juan, tenía que hacer siete cruces en el aire para librarse de morir aplastado por un gran golpe. 

TRENTI

Los más traviesos de los bosques cántabros. Estos seres van vestidos con hojas y musgo y por eso pasan desapercibidos dentro del monte y así poder desenvolver sus bromas en libertad. Además, ayudan a otras personas sin que estas lo sepan, algo que les hace estar en los seres buenos dentro de la mitología.

¿DÓNDE PODEMOS ENCONTRARLOS?

La mitología cántabra, a pesar de las leyendas e historias, siempre permanece en los pueblos de la región. Tal es así, que existe un bosque -aunque permanecen en todos de forma mágica- donde viven estos seres. Se ubica en San Felices de Buelna y por ello el Monte Tejas es uno de los más visitados: por ser tan especial. Se trata de una senda mitológica que discurre en un recorrido circular apto para niños que, además, lo pasarán en grande descubriendo las criaturas mitológicas que esconde en su interior. Fue Terio Lombilla quien ha convertido en arte los troncos secos de los árboles para darles una segunda vida, la de la historia de Cantabria, y tallar los personajes mitológicos. Al igual que este, tambien existe el Parque Mitológico de Mina Pepita, que se encuentra en la localidad de Solares (Cantabria) y otros escondidos por la región. 

El ojáncano en la Senda Mitológica de Monte Tejas

El ojáncano en la Senda Mitológica de Monte Tejas

Además, La Vijanera de Silió, recuerda cada año a la Mitología Cántabra el primer domingo del año.  En esta mascarada los personajes salen a las calles del pueblo para saludar a los vecinos. Este mismo año esta fiesta fue declarada Bien de Interés Cultural. 

Mascaradas de invierno, La Vijanera

La Vijanera en una foto de archivo 

Actualmente estos seres mitológicos han viajado hasta La Viesca. Ha sido el Ayuntamiento de Torrelavega quien ha organizado esta actividad para que los más pequeños -y no tanto- disfruten de una de las cosas más características de nuestra cultura. La ruta tendrá el próximo sábado 5 de junio una duración de 40 minutos y se realizará en grupos de máximo 25 personas, con salidas a las 17:00, 17:50, 18:40 y 19:30 horas. 

Un viaje por los bosques para conocer a los personajes de la mitología cántabra
Comentarios