Parece lógico que los ayuntamientos cuiden de forma más constante las zonas más concurridas de sus respectivas ciudades. Lo que no es tan normal, y por lo que muchos vecinos se quejan, es el abandono que parecen sufrir los habitantes de las zonas más apartadas. Es conocido el caso de Santander, donde muchos de sus ciudadanos critican de forma reiterada el diferente trato que se hace a los barrios. Pero no es el único. En Astillero varios vecinos llevan años reclamando unos servicios que no llegan, lo que achacan a la falta de interés del equipo de Gobierno.
La carretera del Barrio La Sierra, en Boo de Guarnizo, se remodeló en la época de Ignacio Diego como alcalde de Astillero. Ha llovido mucho desde entonces, pero no se ha vuelto a actuar en este vial que conecta con la carretera principal. Y su estado es lamentable, con baches provocados por quiebros en el firme, ramas de notable grosor en medio de la carretera y un ancho por el que apenas entra un vehículo. Y es de doble sentido.
En esta zona viven varias personas, muchas de ellas de avanzada edad, que tienen que convivir con la oscuridad. El último punto de luz de esta zona de Astillero está a pocos metros de una urbanización cercana (que es también donde termina el asfaltado). Por tanto, durante la noche nada aporta claridad a estos vecinos. De hecho, una de las vecinas ha sufrido al menos un robo en su domicilio cuando ella estaba en casa, consecuencia de la falta de luz.
Según han denunciado los vecinos a este diario, durante la época de Carlos Cortina (PP) como alcalde (2006-2015) se argumentó primero que la zona pertenecía al Ministerio de Agricultura, por lo que no se podía actuar allí. En efecto, está catalogado como Zona Paisajística, lo que impide construir.
Sin embargo, bajo el actual equipo de Gobierno PRC-PSOE el argumento ha sido otro. El concejal de Obras y Servicios, José María Rivas, ha asegurado a estos vecinos que esta zona pertenece al Ayuntamiento, pero “no hay dinero”. Los afectados, sin embargo, se quejan de que se han presentado dos escritos y se ha recurrido al alcalde pedáneo, pero “no hacen caso”.
Lo único que piden es mejorar las condiciones de la carretera, asfaltar lo suficiente para eliminar la irregularidad del firme y aportar algo de luz. Según los vecinos, el Ayuntamiento se escuda en que “no lo permite Medio Ambiente”, pero aseguran que hay soluciones, como una farola con una placa solar que se encienda a determinadas horas. “Todo son buenas palabras, pero hechos ninguno”, han criticado.
A estas malas condiciones se suma la falta de servicios. Hasta esas casas no llega el camión de la basura, y desde luego no hay ningún contenedor cercano. Tampoco llega el correo, en este caso porque “el cartero no quiere subir”. A pesar de eso, “pagan impuestos como todos” por unos servicios de los que no disfrutan.
Para colmo, una de las salidas de esta carretera al vial principal que conecta Astillero con Camargo posee una pendiente cuyo ángulo provoca con mucha facilidad que el parachoque delantero de los vehículos golpee el suelo.
