jueves. 25.04.2024

UGT ha tildado de "absurdo, ocurrencia" y "capricho" del alcalde de Santander, Iñigo de la Serna, el proyecto de reordenación ferroviaria, que a su entender, "en muy poco" puede beneficiar a los vecinos de Castilla Hermida cuando la primera fase supone la liberación de poco más de 1.000 metros cuadrados con un coste elevado, y más, cuando el tren de cercanías de Cantabria "lleva años sin inversiones".

Así lo han afirmado este jueves en una rueda de prensa el responsable regional del sector ferroviario de UGT, Arturo Rico; el presidente del comité de empresa de RENFE en la región, Manuel Cortines; y el secretario general de la federación de Servicios para la Movilidad y el Consumo (SMC) del sindicato que integra a los afiliados del sector, Luis Ángel Ruiz Cardín.

"No hay un euro para mantener las infraestructuras ferroviarias pero sí para contentar al alcalde", ha lamentado el sindicalista

Según han explicado, liberar esos 1.000 metros cuadrados implicará el derribo de tres edificios (una nave de talleres y su edificio anexo más un bloque de viviendas) y la reubicación de unos 45 trabajadores.

El responsable regional del sector ferroviario de UGT ha matizado que al margen del coste del derribo de los edificios afectados, que asume el Ayuntamiento y se ha valorado en unos 450.000 euros, "alguien tendrá que explicar cómo y dónde se va a reubicar a los trabajadores porque no hay un sitio adecuado para trasladarlos y, ni que decir tiene, construir una nueva instalación para ellos sería todavía más caro".

"No hay un euro para mantener las infraestructuras ferroviarias pero sí para contentar al alcalde", ha lamentado el sindicalista, quien también criticó que "a nuestro presidente de Cantabria parece que sólo le obsesiona las grandes obras ferroviarias o el AVE porque nunca le he oído hablar de la red convencional, que lleva muchos años sin inversiones".

En todo caso, el secretario general de SMC-UGT ha señalado que "una medida como la reordenación ferroviaria al menos tendría que haber contado con el consenso de los ciudadanos y de los trabajadores del sector y sus legítimos representantes sindicales".

Dejar morir al ferrocarril

En el mismo sentido se expresó el presidente del comité de empresa de RENFE en Cantabria, para quien "se está dejando morir al ferrocarril cántabro y no se sabe muy bien con qué intenciones". Según ha señalado, en las líneas de cercanías de ancho métrico (antigua FEVE) se han perdido más de un 50% de los viajeros y en torno a un 30% de los de ancho convencional (RENFE).

"Lo malo de todo esto es que este declive irá a más si no se toman medidas urgentes porque está claro que si tenemos cada año menos viajeros habrá más recortes"

"Lo malo de todo esto es que este declive irá a más si no se toman medidas urgentes porque está claro que si tenemos cada año menos viajeros habrá más recortes en la red ferroviaria cántabra porque el Ministerio ajustará sus subvenciones y partidas presupuestarias", agregó Cortines.

Para el sindicalista, "hablar ahora de la reordenación ferroviaria es casi un insulto cuando en las líneas de cercanías llevamos ocho o nueve años sin un solo euro en inversiones y un 90% de los tramos tienen limitaciones de velocidad por seguridad y porque no se han mejorado las infraestructuras; no se arreglan las infraestructuras, simplemente se le dice al tren que vaya más lento", ha explicado.

A juicio de UGT, no es de extrañar que el tren pierda viajeros en Cantabria porque sus gestores lo están haciendo "muy poco competitivo", entre otros motivos, porque "no es admisible" que la línea a Liérganes tarde 45 minutos en realizar su recorrido, la de Cabezón de la Sal una hora y quince minutos y la de Reinosa más de dos horas, "lo que no dejan de ser los tiempos de recorrido que teníamos en los años 70 del siglo pasado", subrayó Arturo Rico.

El portavoz sindical subrayó que "la única solución que plantea la empresa es alargar los recorridos para que ya nadie critique que se llega tarde porque ahora se sigue llegando tarde pero los viajeros ya están avisados de ello".

"Si a esto unimos una política de tarifas nefasta, que desde 2005 a 2010 ha incrementado los precios de los billetes un 35%, el resultado es evidente, un declive constante del transporte ferroviario en Cantabria en el que parece que tienen muy poco interés nuestro representantes políticos", criticó el responsable regional del sector ferroviario de UGT y miembro del comité de empresa de RENFE.

Los dos sindicalistas del sector ferroviario agregaron a esta falta de interés y de infraestructuras los problemas de seguridad surgidos con los pasos a nivel.

Mejora de cercanías

Arturo Rico y Manuel Cortines reclamaron en nombre de UGT una planificación "urgente y seria" para la mejora de la red de cercanías, que entre otros objetivos, "tendría que recortar notablemente los tiempos de viaje".

Además, el sector ferroviario de UGT demanda a RENFE y ADIF "una nueva política comercial que implique una reducción de tarifas y la adaptación de los horarios a la demanda real de los viajeros "porque ahora es todo lo contrario".

"Se quiera o no, el futuro del ferrocarril en Cantabria pasa por mayores inversiones para renovar cuanto antes el material y las infraestructuras de cercanías y solucionar la escasez de personal de conducción, intervención y talleres", sostiene UGT.

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