La Federación de Industria, Construcción y Agro (FICA) de UGT ha rechazado el despido de tres trabajadores de la planta productiva de Cuétara en Reinosa, apenas semanas después de que la empresa suscribiera con el sindicato CSIF un convenio colectivo de "eficacia limitada" que incluía como "principal logro" un acuerdo para el fomento de empleos estables. UGT-FICA, que no rubricó el convenio colectivo cuyo contenido fue rechazado en asamblea en dos ocasiones por los trabajadores, considera "incoherente" que los firmantes del convenio colectivo defiendan este acuerdo y su promoción del empleo estable "cuando al mismo tiempo se despide por la puerta de atrás a trabajadores sin causa alguna que lo justifique".
El responsable autonómico del sector de Alimentación, Bebidas y Tabaco de UGT-FICA, Valentín Fernández, señala en un comunicado que "de poco sirve firmar un acuerdo para fomentar el empleo estable en una empresa con una elevada temporalidad mientras la empresa mantiene su tradición de despedir a trabajadores todos los años por estas fechas". Además, el sindicalista asegura que "estos despidos corresponden a trabajadores que rechazaron el convenio colectivo firmado por CSIF y la empresa a espaldas de la plantilla", lo que para el portavoz de UGT, "no deja de ser una represalia en toda regla y una clara advertencia y amenaza de la empresa a todo aquel que no se pliegue a sus intereses". "Nosotros seguimos apostando por la única vía posible para reducir la alta temporalidad de la plantilla y fomentar de verdad el empleo estable, la contratación indefinida directa y sin límites en la fábrica de Reinosa, ya que acordar la creación de una veintena de empleos estables mientras al mismo tiempo se despide a trabajadores de manera improcedente no sirve de gran cosa, más bien todo lo contrario", recalca Fernández. El secretario del sector de alimentación de UGT-FICA en Cantabria critica también que "esta práctica ya habitual" de Cuétara de desprenderse de trabajadores de su plantilla a finales de cada año también ha propiciado el despido de otros siete empleados de la fábrica de Villarejo de Salvanés (Madrid).
