De la Serna "se niega sistemáticamente" a aplicar la Ley de Memoria Histórica alargando la decisión

La negativa sistemática del Ayuntamiento de Santander, y de su alcalde, el ‘popular’ Íñigo de la Serna, a aplicar la Ley de la Memoria Histórica desde que se aprobara en 2007 ha provocado que en la capital cántabra existan todavía una treintena de calles con nombres franquistas, además de ser la ciudad europea con más fosas comunes.

El pasado mes de marzo De la Serna trató de limpiar esta imagen (y responder a las diferentes iniciativas sociales y políticas que exigían la aplicación de la ley) mediante la creación de un Comité de Expertos que modificara los nombres de varias de esas calles. Una propuesta criticada fundamentalmente porque el listado ofrecido un mes después es el mismo que había propuesto el equipo de Gobierno del PP.

Una vez conocido dicho listado, y según ha podido saber este diario, los diferentes barrios de Santander tienen la posibilidad de elegir ese cambio, aunque con matices. La Asociación Héroes de la República y la Libertad ha señalado que esta libertad de elección, sin embargo, está condicionada a una serie de nombres ya aportados por el Ayuntamiento, no en base a lo que realmente quieran los vecinos.

Por ello, y en un correo enviado a todos sus miembros en relación a esta iniciativa, ha asegurado que “votamos por el cambio de nombres”, pero ha denunciado que el Ayuntamiento y Cantabria “se han negado sistemáticamente a aplicar” esta ley.

Asimismo, han propuesto una serie de nombres para los posibles cambios de las calles en el barrio Castilla-Hermida, “en atención a algunos de nuestros asociados” que son vecinos de esta comunidad; una iniciativa que extenderán a otras zonas de la ciudad de forma progresiva.

“Los nombres que consideramos deberían ser cambiados”, ha afirmado la asociación, son un total de once. Así, Alféreces Provisionales pasaría a llamarse Alborada; Capitán Palacios se convertiría en El Abra; y Carlos Haya sería Estela Cántabra.

A estos se suman El Trasgu, que sería el nuevo nombre de Columna Sagardia; 14 de abril, que sustituiría a García Morato; y Luciano Malumbres Frances, actual General Díaz de Villegas.

El resto de las calles de la zona Castilla-Hermida son: General Moscardó, por La Región; Héroes de la Armada pasaría a llamarse Ateneo Popular de Santander; Sargentos Provisionales, por Matilde Zapata; Ruiz de Alda se llamaría Bruno Alonso; y Zancajo Osorio tendría el nuevo nombre de II República Española.

Pocos cambios y sin fecha

La propuesta de la Asociación Héroes de la República y la Libertad contrasta con la actitud del equipo de Gobierno de Santander, que desde 2007 no solo ha retrasado la aplicación de la Ley de la Memoria Histórica, sino que el cambio de calles que finalmente ha propuesto no es, en muchos casos, un cambio propiamente dicho.

De hecho, muchas de las calles y plazas simplemente cambiarán la referencia en el registro, manteniendo las placas originales. Es el caso, por ejemplo, de la Plaza de Italia, que hará referencia al país, o de calles como Canarias, que dejará de recordar la época de Franco y la Guerra Civil para homenajear a las islas.

Lo que sí parece que se va a realizar de forma inminente es la retirada de los dos monumentos franquistas que existen en Santander, uno de ellos en la mencionada Plaza de Italia.

Por el contrario, el cambio de calles parece requerir más estudios. Después de acordarse el cambio de esas calles, la comisión de expertos debe reunirse a instancias del Ayuntamiento para decidir qué nombre se les da a las calles, por lo que el proceso todavía va a alargarse. Y mientras los expertos y el equipo de Gobierno del PP se reúnen, debaten y deliberan, las propuestas ciudadanas y sociales como la de la Asociación Héroes de la República y la Libertad ofrecen soluciones más inmediatas.