El presidente cántabro, Miguel Ángel Revilla, ha explicado este martes las razones técnicas del traslado del Servicio de Oftalmología del Hospital Valdecilla al de Liencres a profesionales y pacientes, que tienen la sensación de que han estado "tropezando con un muro" que no han "conseguido derribar" por una decisión que ya estaba adoptada y de forma "unilateral".
Así lo han expresado miembros de la plataforma ciudadana contra el traslado de Oftalmología, en concreto Carlos Valcuende, en representación de los pacientes, y Elena Gándara, de los profesionales del servicio, que han sido recibidos en el Ejecutivo.
Revilla ha "escuchado sus razones" y les ha expuesto las de carácter técnico que maneja la Administración regional, basadas en el trabajo de los profesionales de la Consejería de Sanidad y que, en opinión del presidente, "intentan hacer lo mejor posible".
Así, el regionalista ha reiterado su "confianza" en la consejera de Sanidad, la socialista María Luisa Real, y en su equipo y ha asegurado que mediará para que ésta les reciba.
"Cuando hay cambios de este tipo, nunca está de acuerdo todo el mundo", ha señalado el presidente, y "siempre hay protestas". En este sentido, ha recordado que "hubo 1.500 firmas para que no se talaran los árboles del paseo de Liérganes" y ahora "ves que fue un gran acierto".
A los políticos "les importa tres pimientos la gente", denuncian los portavoces del colectivo, que creen que hay "otras soluciones" que no implican "dinero"
Los profesionales han trasladado a Revilla, a través de la doctora Elena Gándara, su "preocupación" y "desacuerdo" con el traslado de Oftalmología, decisión "insensata" que estaba tomada "desde el primer día" y de forma "unilateral", además.
En este sentido, el representante de los pacientes -unos 43.000 en Cantabria- han asegurado que "nunca" han "escuchado" una razón "convincente" para el traslado. Así, aunque entienden el de los quirófanos, no ven "justo" que se lleven las consultas a Liencres, a "diez kilómetros" de Valdecilla.
Cree que así se generan "mil problemas", derivados de que los autobuses pasen "cada media hora" y tarden otro tanto en llegar, que un taxi cueste "35 euros" ida y vuelta o que las personas que usan el servicio suelen ser mayores, o con problemas de movilidad asociados a patologías visuales, y que son, todos ellos, los que van a "pagar el pato", sobre todo "los más desfavorecidos".
Pero a los políticos "les importa tres pimientos la gente", denuncian los portavoces del colectivo, que creen que hay "otras soluciones" que no implican "dinero", como el traslado de otros servicios, laboratorios por ejemplo, que no tienen pacientes.
Este miércoles han celebrado una nueva concentración contra el traslado a las puertas de Valdecilla Sur y de las que quedan "muy pocas" por celebrar, pues está previsto para el próximo 14 de abril.
