martes. 23.04.2024

La Consejería de Medio Rural, Pesca y Alimentación, tras dos años y medio de paro biológico y constatar que las poblaciones de almeja de la bahía de Santander muestran claros signos de recuperación, ha decidido abrir la pesquería con un nuevo stock explotable instaurado en 3.000 kilogramos de almeja al año. El Boletín Oficial de Cantabria (BOC) publica en su edición de hoy lunes la orden que regula el plan de explotación de la almeja de la bahía de Santander tras dos años y medio de cierre, como consecuencia del paro biológico declarado en enero de 2016 ante la precaria situación de este recurso.

La recuperación de la almeja en la Bahía de Santander se ha alcanzado gracias a los trabajos que la propia Consejería ha llevado a cabo en los últimos tres años con un plan de regeneración marisquera que fue definido por el Gobierno cántabro en noviembre de 2015. En nota de prensa, el consejero del área, Jesús Oria, ha explicado que este plan ha logrado los objetivos propuestos y continuará en marcha hasta que los informes técnicos indiquen que ya no es necesaria la asistencia externa de la Administración. El plan de explotación que ha diseñado la Consejería recoge las normas que van a regir la pesca de este molusco en la bahía, estableciendo los cupos semanales y totales de cada zona de producción. El plan tendrá una duración de un año desde su publicación en el Boletín Oficial de Cantabria y estará abierto a toda persona que tenga en vigor el carné de mariscador profesional de la Comunidad Autónoma de Cantabria en el momento de la solicitud. Con el objetivo de establecer una veda biológica para las especies, se ha declarado un periodo de descanso de tres meses, desde el 1 de abril al 30 de junio de 2019, periodo en el que tiene lugar parte de la etapa reproductora del ciclo biológico de estas especies, por lo que debe dejarse descansar a los bancos de moluscos. Por otra parte, con el objeto de lograr una explotación racional del recurso, se ha determinado un cupo máximo explotable al año de 3.000 kilogramos de almeja para la bahía de Santander, con un cupo de pesca semanal de 15 kilogramos por mariscador. Una vez alcanzado el cupo máximo establecido se procederá al cierre de la campaña. Finalmente, en esta orden se establece la incompatibilidad para formar parte de los Planes de explotación de Almeja de Santander y Santoña.

En estos años se han realizado cultivos de juveniles de dos especies: almeja fina y almeja japonesa

El plan de regeneración marisquera en la bahía de Santander comenzó hace más de dos años y medio con un paro biológico para la almeja, solicitado tanto por los técnicos como por el sector, al objeto de corregir la tendencia descendente de sus stocks, paro entró en vigor en enero de 2016. De forma paralela a la veda de pesca, el Gobierno inició la siembra de esta especie para recuperar los bancos de almeja de la bahía de Santander y de otros estuarios, medida enmarcada dentro del Plan de Recuperación de las poblaciones de almeja de los estuarios de Cantabria. En estos años se han realizado cultivos de juveniles de dos especies: almeja fina (ruditapes decussatus) y almeja japonesa (ruditapes philippinarum) en aquellos lugares de Cantabria donde estos recursos han sido explotados de forma histórica. En la bahía de Santander se han recobrado las zonas de producción que ahora vuelven a abrirse a la pesca, tras más de dos años y medio de parada biológica, con esta limitación de tres toneladas al año. Aunque los informes técnicos reflejan una supervivencia importante de los individuos sembrados durante esta veda y una notable mejora del estado general de este recurso, la Dirección General de Pesca y Alimentación del Gobierno ha elaborado un plan de explotación específico para lograr una extracción racional de almejas y que no se repita el colapso en la población de esta especie. Dicho plan permitirá, además, realizar un perfecto seguimiento de la pesquería mejorando las condiciones de gestión de éstos moluscos en el estuario de la bahía de Santander. En el marco del Plan de Recuperación Marisquera de Cantabria, la Consejería de Medio Rural, Pesca y Alimentación ha aportado hasta la fecha un total de tres millones y medio de unidades de almeja fina y japonesa durante los últimos tres años en los estuarios de Santander y Santoña. En concreto, en la bahía de Santander, la Consejería ha aportado 2.360.000 unidades, la mayor parte de almeja japonesa, ya que ésta constituye la especie de mayor crecimiento de las dos explotadas en la zona. Esta contribución externa de ejemplares juveniles ha permitido finalmente aumentar la biomasa de almejas en los estuarios y, a su vez, favorecer el reclutamiento de nuevos individuos a la población adulta, garantizando con esto su viabilidad futura.

Críticas de los mariscadores

Por su parte, los mariscadores cántabros consideran "un parche" la reapertura de la pesca de la almeja en la Bahía de Santander, acordada por la Consejería de Medio Rural, Pesca y Alimentación, tras dos años y medio de paro biológico, al entender que la cantidad contemplada para reanudar la actividad es "insuficiente". Así, se reabre con un stock explotable de 3.000 kilos al año, que es una cifra "ridícula" e incluso "irrisoria" si se tiene en cuenta que medio centenar de mariscadores faenan en estas aguas del entorno de la capital, por lo que supondría 60 kilos anuales por mariscador. En consecuencia, serían 15 kilos por semana y 3 por jornada, "una miseria", en palabras de José Luis Álvarez, presidente de la cooperativa 'La campanuca', que ha señalado a Europa Press que, "suponiendo que se pesque todo", en "un mes se acabaría el cupo".

La recuperación de la almeja en la Bahía de Santander se ha alcanzado gracias a los trabajos que la propia Consejería ha llevado a cabo en los últimos tres años con un plan de regeneración marisquera que fue definido por el Gobierno cántabro en noviembre de 2015. Desde entonces, ha recordado Álvarez, se inició un plan de regeneración en el que, ha dicho, desde la administración "no respetaron lo hablado", por lo que da "casi por rotas las relaciones". Según ha señalado, desde el Gobierno se propuso compensaciones durante la parada biológica al sector, que planteó un plan de regeneración a cambio de que les pagaran los trabajos. Extremo este último que se cumplió de manera "íntegra" en 2016, pero que se interrumpió a finales de 2017. Finalmente, el portavoz del sector ha apuntado que los mariscadores protestaron la pasada primavera, y "no sirvió para nada". Así, ahora van a dejar que actué el plan –"por sí solo se va caer" pues es una cantidad de pesca "ridícula"– y esperaran a que se aproximen las elecciones autonómicas y municipales para retomar estas acciones, porque "no se puede estar continuamente protestando".

Reabierta la pesca de la almeja en la bahía de Santander tras dos años y medio de paro...
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