La Asamblea de Madrid aprobaba el pasado jueves la prohibición a todo medio de comunicación público de emitir, sea el horario que sea, publicidad que promueva el juego online. La capital española se convierte así en la primera Comunidad Autónoma en tomar medidas contra una práctica que cada vez afecta a más jóvenes, muchos de ellos cayendo en una adicción. Pero, ¿y Cantabria? El presidente autonómico, Miguel Ángel Revilla, ha hecho pública su preocupación por los “dramas familiares” que esto está generando, pero salvo la creación de un equipo de trabajo para elaborar un Plan contra la ludopatía, el Gobierno de Cantabria todavía no ha tomado medidas concretas. Y la ludopatía sigue aumentando.
La fundación de ayuda a personas con adicciones Proyecto Hombre Cantabria alertaba en septiembre de 2018 sobre el aumento progresivo en los últimos años de jóvenes adictos al juego 'online' y a las apuestas deportivas, e instaba a las instituciones a legislar sobre la publicidad en este sector para evitar que el problema vaya a más. De hecho, el año pasado el número de usuarios del programa de ludopatías de Proyecto Hombre subió un 53% respecto a 2016, llegando a los 23. Su perfil es el de un varón de entre 20 y 35 años, en su mayoría integrados y con una vida saludable en el resto de las áreas.
“Me parece muy bien que se haga publicidad de estas cosas, pero hombre, que lo hagan de una manera discreta a ciertas horas”, propuso Revilla
A principios de enero de 2019 Revilla revelaba en el plató de El Hormiguero que lo que “más me preocupa” es cómo “el juego está destrozando la sociedad española”. El líder regionalista contaba en televisión cómo conocía casos de jóvenes, algunos menores de 30 años, que acudían a Proyecto Hombre en busca de ayuda. En una reunión de terapia, según relató Revilla, contaban “cómo robaban a los padres, cómo se habían arruinado, cómo estaban en la desesperación familiar y estaban curándose”.
Los datos nacionales revelados por Revilla resultan impactantes: 37.000 millones de euros es lo que se ha gastado en juego; 1.200 millones de euros es la cantidad que han ganado las empresas del sector; y 123 millones de euros es lo que se ha pagado por la publicidad. “Esto es la peor droga que hay ahora”, llegó a aseverar Revilla, que vinculó la tasa de suicidios con la adicción al juego. Con todo, no negó la publicidad que medios de comunicación y programas hacen de las casas de apuestas, aunque sí optó por limitarla.
“Me parece muy bien que se haga publicidad de estas cosas, pero hombre, que lo hagan de una manera discreta a ciertas horas”, propuso Revilla, para a continuación valorar que “es el mayor problema que tiene la juventud en este momento”, por lo que pidió “cuidado con este tema”.
Unos días después se conocía que el Gobierno de Cantabria trabajaba en un Programa de Juego Responsable que pretende incidir en los menores y las apuestas deportivas online. Más de cuatro meses después todavía no se han planteado las líneas concretas de este Programa, aunque sí se ha establecido un equipo de trabajo para abordar los contenidos.
Y mientras el presidente de Cantabria opta por limitar la publicidad de apuestas online a determinadas horas, en Madrid se ha prohibido toda publicidad en los medios públicos, también a propuesta de Podemos. La reforma prohíbe cualquier tipo de publicidad sobre juegos de de azar y apuestas que promuevan, directa o indirectamente, este tipo de actividades, independientemente del horario o la concreta programación de la que se trate.
