martes. 19.03.2024

Una de las frutas más populares y consumidas en la mayoría de los hogares es el plátano. Es nutritivo y delicioso, y solo debe retirarse la piel de esta fruta para poder comerlo sin dificultad alguna.

No obstante, el plátano causa rechazo entre algunas personas por su alto contenido de azúcar y carbohidratos. Pero ¿debemos preocuparnos por esto?

En este artítulo por 'Nutrición sin Más' se analizan detalladamente las propiedades del plátano y lo que dice la ciencia sobre esta fruta.

Origen

El plátano es una fruta originaria del sudeste de Asia que es cultivada en distintas zonas cálidas del planeta. El 90% de las calorías que contiene provienen de los carbohidratos, azúcar o almidón, que varía dependiendo del estado de madurez de éste. Los plátanos verdes tienen más almidón, y los plátanos amarillos tienen más azúcar.

El plátano es rico en vitamina B6, vitamina C, potasio y manganeso y contiene una gran cantidad de antioxidantes y fibras. Toda esta combinación le otorga propiedades particulares y saludables que tenemos que mencionar separadamente:

El plátano es rico en fibra. Un plátano de mediano tamaño contiene cerca de 3 gramos de fibra, sustancia que no se digiere y con muchos efectos positivos sobre el organismo.

Consumir fibra reduce los picos de insulina, reduce el apetito, mengua el estreñimiento y colabora en el menor consumo de calorías, lo que automáticamente se traduce en reducción de peso. También, los plátanos inmaduros contienen pectina y almidón resistente.

Por una parte, el almidón resistente previene el cáncer de colon, disminuye el colesterol, reduce el riesgo de diabetes y obesidad, y también reduce las piedras en el riñón entre muchos otros beneficios.

Por otra parte, la pectina reduce la glucosa en la sangre, disminuye el apetito y combate el cáncer de colon también.

El plátano reduce el riesgo de enfermedad cardiovascular. El potasio encontrado en los plátanos es responsable de la protección del cuerpo sobre la aparición de enfermedades cardíacas. Se trata de un mineral importante en el control de la presión arterial, del que existen muchas investigaciones científicas que lo corroboran.

Aparentemente, 4,7 gramos al día de potasios reducirán de 8% a 15% el riesgo de accidentes cerebrovasculares y de 6% a 11% el riesgo de infartos al miocardio.

El plátano contribuye a una mejor digestión. Ya se ha comentado con anterioridad que los plátanos inmaduros tienen grandes cantidades de dos tipos de fibra: pectina y almidón resistente.

Estas sustancias llegan al intestino sin ser digeridas y allí funcionan como nutrientes prebióticos y alimento de la flora intestinal promoviendo el desarrollo de este tipo de bacterias benignas. Descomponiendo el almidón resistente y la pectina, la flora intestinal produce butirato, ácido graso que mejora y mantiene saludable la salud intestinal.

El plátano y la diabetes

Los alimentos ricos en hidratos de carbono contienen un alto índice glucémico que causa picos de glucosa y el plátano es uno de ellos.

No obstante, nos encontramos frente a un caso especial, ya que al depender de su estado de madurez, el plátano contiene un índice glucémico menor o mayor.

Es así que una persona que padece diabetes puede consumir plátanos inmaduros de forma moderada, pero no maduros, pues estos básicamente se componen de azúcares (índice glucémico alto).

Sin embargo, no se aconseja realizar un seguimiento de la glucosa, hasta estar seguros que el plátano no alterará mucho sus niveles.

El plátano, un aliado para el corazón y para la salud en general
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