jueves. 28.03.2024

La Fiscalía solicita 165 años de cárcel para los siete acusados de integrar una red que explotaba a mujeres extranjeras en la prostitución relacionada con los clubes 'Holliday' y 'Centaurus', en el municipio de Polanco, y en el 'Rocco' en Torrelavega, hechos por los que serán juzgados a partir del próximo lunes, 7 de marzo, en la Audiencia Provincial.

Según el escrito del fiscal, los siete procesados se constituyeron en organización para delinquir, con una "clara" distribución de tareas y jerarquías y con el objetivo de obtener un "beneficio económico ilícito" procedente de la explotación de mujeres extranjeras en la prostitución.

Así, había, según el fiscal, un cabeza de la banda, A.U.F, que era propietario de los tres clubes, negocios que tenían como titular a empresas de las que éste era su principal accionista o estaban gobernadas por él a través de administradores únicos.

El hombre de confianza del líder era, siempre según el escrito del fiscal, JI.B.B., que se ocupaba de la supervisión directa y diaria de los tres clubes y era el que se dedicaba a dar instrucciones a los encargados de los mimos y el que recaudaba dinero de la explotación sexual.

Una red que explotaba a mujeres extranjeras en la prostitución relacionada con los clubes 'Holliday' y 'Centaurus', en el municipio de Polanco, y en el 'Rocco' en Torrelavega

Por debajo de A.U.F. y de JI.B.B, estaban los encargados de cada club, que se encargaban a diario de estos locales, controlaban los servicios sexuales prestados por las mujeres y los cobraba, entre otras labores. Este era el caso de VM.M.M; S.S., que también era responsable de la seguridad de los locales; GR.V.A., y R.S.A.

Completa la lista de procesados A.B., que era, según el fiscal, el contacto de la organización en Rumanía y el que se encargaba de "recopilar y seleccionar chicas" en este país, traerlas a España y cobrar los encargos del jefe de la organización.

Chicas de Rumanía

De hecho, a primeros de septiembre de 2005, por encargo del líder de la banda, A.B. seleccionó a seis mujeres en Rumanía, las ofreció traerlas a España para un "trabajo digno" a cambio de un sueldo de mil euros al mes.

Las seis iniciaron su viaje en microbús y entraron como turistas en España, llegando al 'Holliday', donde su encargado, VM.M.M. les hizo firmar un papel en español según el cual tenían contraída una deuda de 1.000 euros cada una, que debían pagar tomando copas y manteniendo relaciones sexuales con los clientes del club.

El negocio se quedaba con la mitad del dinero que se conseguía por las consumiciones de los clientes y con 24 euros por cada servicio de las chicas en concepto de alquiler de la habitación, limpieza de sábanas y uso de preservativos.

La cantidad restante de cada servicio, que podía ser de 50, 57 u 81 euros, las chicas tampoco se quedaban nada puesto que iba para la empresa para descontar la deuda.

En esas condiciones, la primera noche tres de las chicas se negaron a prostituirse pero el encargado les amenazó advirtiéndoles de que si no saldaban las deudas o iban a la Policía "les volarían la cabeza" y matarían también a sus familiares de Rumanía.

A la vista de estas amenazas, dos de ellas se prostituyeron en las dos noches siguientes, si bien la tercera no, por lo que volvió a ser advertida.

Un par de días después, en una salida controlada a Torrelavega para comprar ropa (estaban restringidas por el encargado), seis chicas trataron de huir pero fueron interceptadas por S.S. y volvieron a ser amenazadas.

Todas regresaron al club pero finalmente, otros dos días después, las seis aprovecharon un descuido en el club y que la puerta estaba abierta, algo que no solía ocurrir, y se escaparon en autobús a Santander, donde fueron a la Policía y consiguieron la calidad de testigos protegidas, testificaron y reconocieron como autores a los ahora procesados. Posteriormente, se marcharon de España.

Chicas de Brasil

Ya en abril de 2006, funcionarios de la Unidad Orgánica de Policía Judicial de la Guardia Civil realizaron un control de extranjería en el 'Centaurus', donde fueron detenidos R.S.A., que era el encargado del club, y cuatro mujeres brasileñas mayores de edad que dijeron prostituirse voluntariamente.

Las cuatro eran ilegales en España, que habían sido traídas por una mujer no completamente identificada, que lo hacía, según el fiscal, por encargo del líder de la banda.

Estas mujeres tampoco cobraban por el servicio ya que todo iba directamente a la deuda que tenían con el jefe de la organización.

Delitos y penas

El fiscal considera los hechos constitutivos de tres delitos de detención ilegal en concurso medial con un delito de determinación y explotación de la prostitución; uno contra los derechos de los trabajadores y dos contra los derechos de los ciudadanos extranjeros.

La mayor pena solicitada es para el que, según el escrito de la Fiscalía, era el cabeza de la organización, A.U.F., al que se le considera autor de tres delitos de detención ilegal y explotación de la prostitución, uno del de los derechos de los trabajadores y de uno contra los derechos de los extranjeros, por los que se le pide un total de 33 años de cárcel.

Para JI.B.B., supervisor directo y diario de los tres clubes; para VM.M.M., encargado del 'Holliday' y del 'Centaurus'; y para S.G., de nacionalidad rumana y encargado de la seguridad de los locales, el fiscal pide para cada uno de ellos 30 años de cárcel al considerarlos autores de tres delitos de detención ilegal; de uno contra los derechos de los trabajadores y de otro contra los derechos de los extranjeros.

Para otros dos procesados, R.S.A., rumano, y a GR.V.A., trabajadores de los clubes y que llegaron a ejercer en algunos momentos de sus encargados, el fiscal pide 12 años de prisión para cada uno al considerarles autores del delito contra los derechos de los trabajadores y contra el de los de los extranjeros.

El otro procesado es A.B., de nacionalidad rumana, que era, según el fiscal, el contacto de la organización en Rumanía y quien se encargaba de "recopilar y seleccionar chicas en ese país, traerlas a España y cobrar los encargos hechos fundamentalmente por el cabeza de la red. Pide para él 18 años de cárcel por los tres delitos de detención ilegal y explotación para la prostitución.

Además de las penas de cárcel por los distintos delitos, el fiscal pide que a los seis procesados a los que les considera autores del delito contra los derechos de los trabajadores (todos menos A.B.) paguen una multa de 3.150 euros.

Por otra parte, y en concepto de responsabilidad civil, se pide que sean condenados a indemnizar conjunta y solidariamente con 12.000 euros a cada una de las tres mujeres que, supuestamente, fueron víctimas del delito de detención ilegal, que son las tres rumanas amenazadas cuando se negaron a prostituirse por los "padecimientos físicos y morales".

Además, el fiscal solicita la "clausura definitiva" de las empresas de explotación y de los tres clubes y la prohición a A.U.F. de realizar en el futuro actividades, operaciones mercantiles o negocios de la clase en cuyo ejercicio se ha cometido el delito.

El juicio comenzará el lunes, a partir de las 9.30 horas, en la Sección Primera de la Audiencia Provincial y está previsto que dure tres días.
 

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