jueves. 28.03.2024

Bolsas de basura, vasos de plástico, botellas y cristales rotos por el suelo conforman la estampa habitual de la santanderina plaza de Cañadío cada fin de semana, cuando miles de personas se congregan para vivir la noche en la capital cántabra. Este verano de 2016, con una Semana Grande que ha sido definida por el alcalde, Íñigo de la Serna, como la mayor de la historia, el problema al que tienen que hacer frente los vecinos se ha incrementado hasta trascender el mero ámbito social.

De la Serna ya ha anunciado que doblará la presencia policial para mejorar la seguridad en la zona, y la oposición exige más medidas, pero el problema no es de ahora. No hace falta remontarse mucho en el tiempo para comprender que la suciedad con la que amanece Cañadío cada sábado y domingo es algo que empieza a ser una constante.

De hecho, las imágenes que acompañan este texto, recogidas por El Tomavistas de Santander, son de 2014 y 2015, no al reciente fin de semana, aunque bien podría corresponderse con cualquier otra mañana posterior a una noche festiva en esta conocida plaza santanderina.

De la Serna se limita a aumentar la vigilancia policial para asegurar el bienestar de unos vecinos que no pueden dormir y que caminan entre basura cuando salen temprano a la calle

Pero De la Serna, en lugar de buscar una solución permanente en el tiempo a las quejas vecinales (se puede leer una pancarta en una ventana que reza ‘Sr. Alcalde PIEDAD! Quiero vivir’), se limita a aumentar la vigilancia policial para asegurar el bienestar de unos vecinos que, en realidad, sufren el problema de no poder dormir y de caminar entre basura cuando salen temprano a la calle.

“La pasividad del equipo de gobierno es alarmante”, ha denunciado el PSOE ante la actitud del alcalde durante este fin de semana.

De hecho, el principal partido de la oposición municipal ha recordado que los vecinos de Cañadío sufren de forma reiterada los efectos del botellón cada fin de semana, "que ahora se ha desbordado como consecuencia de la Semana Grande". Es decir, que la situación es "ya insostenible" tras muchas denuncias y quejas de los vecinos de la zona, no algo puntual.

Por ello, los socialistas han pedido a De la Serna que ponga todos los efectivos al alcance del Ayuntamiento "para garantizar la seguridad, la limpieza y la tranquilidad" de los vecinos de la zona, y para ello han propuesto en un comunicado trabajar en un acuerdo global, en una reunión "urgente" donde se sienten las asociaciones de vecinos, los hosteleros, los grupos municipales y la Policía Local para abordar el problema y sus soluciones, y a la vez trabajar para ofrecer alternativas de ocio a los jóvenes.

El problema del botellón en Cañadío y en otras zonas de Santander se ha producido durante años. Foto: El Tomavistas de Santander

Para el PSOE, el problema de convivencia que vive la ciudad, "en el que casar el ocio con el descanso de los vecinos está siendo imposible", debe ser una prioridad para el PP. Por ello, pide que se adopten "de forma urgente" medidas ante una situación que no es nueva "en vez de mirar hacia otro lado como están haciendo".

"Es un problema complicado que no se soluciona exclusivamente con Policía, pero este fin de semana ha quedado en evidencia que tenemos un problema de agentes para garantizar la seguridad en la ciudad", ha asegurado el Grupo Municipal Socialista.

"Es un problema complicado que no se soluciona exclusivamente con Policía", asegura la oposición

Así, la oposición considera que "es gravísimo que en zonas como Cañadío, donde el fin de semana se congregaron más de 5.000 personas por noche, no hubiera ni un solo policía".

"Quedan muchos días de vacaciones en los que hay que tomar medidas porque todos los fines de semana de agosto van a tener una afluencia similar a la de este fin de semana", ha subrayado.

Suciedad en Santander

Pero el problema de la suciedad en Santander cada fin de semana no se limita solo a Cañadío, si bien es cierto que es el más representativo. Son miles de vecinos los que cada mañana deben hacer frente a la suciedad en varias zonas de la capital cántabra, con la incomodidad y el peligro que eso puede conllevar.

En el centro de Santander son varios los puntos que amanecen con cristales rotos, paredes orinadas, y que sufren hasta altas horas de la madrugada gritos e incluso peleas. El Río de la Pila, Santa Lucía o el espigón de Puertochico son algunas de ellas. A esto se suma zonas más turísticas y aparentemente más cuidadas como playas o parques, como la del Camello.

La “pasividad” del Ayuntamiento prolonga la falta de “seguridad, limpieza y...
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