viernes. 19.04.2024

El “pánico” se ha extendido entre los ganaderos de los valles cántabros de Campoo y Cabuérniga por las consecuencias de la extensión de un foco de brucelosis en vacas de aptitud cárnica –la mayoría de ellas, de raza tudanca– que fue detectado a finales del pasado año 2016.

Según fuentes del sector ganadero cántabro consultadas por este diario, el foco habría surgido en las vacas de una ganadería de Campoo que el pasado verano permaneció en los montes de Sejos –en el territorio de la mancomunidad de pastos Campoo-Cabuérniga, gestionada por varios municipios campurrianos y cabuérnigos–, donde habría contagiado la brucelosis a otras cabañas ganaderas que, como cada año, fueron bajadas a sus respectivos pueblos al llegar el otoño. Aunque en otoño e invierno las reses se encuentran estabuladas y por ello actualmente no es posible el contagio entre diferentes ganaderías, la enfermedad ya se esparció durante el verano.

Según las mismas fuentes, vacas de 17 ganaderías campurrianas y cabuérnigas han dado ya positivo en los dos análisis en sangre (realizados en vacas vivas) diferentes a los que han sido sometidas, y 42 reses de siete de esas cabañas han dado ya positivo en los análisis en cultivo (realizados en vacas sacrificadas), que son los que confirman al cien por cien que las vacas padecen brucelosis. Son esos análisis en cultivo positivos los que han motivado los vacíos sanitarios (sacrificios de ganaderías al completo) de esas siete cabañas, que han supuesto la muerte de cientos de reses, y es que sólo uno de esos vacíos sanitarios, ha conllevado el sacrificio de unas 200 vacas.

El Ministerio de Agricultura dispone de un protocolo de seguimiento en casos de sospecha de brucelosis –enfermedad transmisible a los seres humanos–, pero los ganaderos destacan que el documento no prevé que la enfermedad pudiera afectar a casi una veintena de ganaderías –un nivel inédito desde hace prácticamente dos décadas–, como ha afectado ya en Campoo y Cabuérniga. Por ello, representantes de los ganaderos cántabros se han reunido este lunes con el director general de Sanidad de la Producción Agraria del Ministerio, Valentín Almansa, para reclamarle que “abra la mano” y no precipite los vacíos sanitarios hasta comprobar fehacientemente que una cabaña ganadera está realmente afectada por la brucelosis, sobre todo porque las indemnizaciones no están siendo abonadas “a tiempo” y los vacíos sanitarios acaban suponiendo la “ruina” de muchas ganaderías.

El pánico entre los ganaderos campurrianos y cabuérnigos se ha extendido no sólo por la propia brucelosis sino también porque la prolongación de esta situación provocaría que, para evitar nuevos contagios, no pudieran subir sus vacas a Sejos al llegar la primavera y tuvieran que seguir alimentándolas “de su bolsillo”, y es que muchos de ellos no disponen de capacidad económica para hacerlo.

Aunque las fuentes consultadas por este diario han reconocido que la situación aún está “bajo control” y puede ser “reconducida” si se toman las medidas adecuadas, la han calificado de “muy grave” y han explicado que los partidismos políticos están contribuyendo a agravar el problema en los pueblos afectados. Y es que Jesús Oria, consejero de Desarrollo Rural, es miembro del PRC, mientras que Lorenzo González, presidente de la Asociación de Criadores de Raza Tudanca, y Belén Ceballos, alcaldesa de Los Tojos y actualmente al frente de la Mancomunidad Campoo-Cabuérniga, pertenecen al PP. “Muchos ganaderos están muy nerviosos y ciertos sectores están desinformándolos y manipulándolos”, han apuntado las fuentes.

Pánico entre los ganaderos de Campoo y Cabuérniga por las consecuencias de la extensión...
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