sábado. 20.04.2024

La del no-concierto David Guetta no parece la única deuda del santanderino festival de la Campa. El músico y diseñador Aitor Ochoa ha denunciado en su perfil de Facebook que el festival se está celebrando “utilizando la imagen, logos, etc” que él mismo diseñó “para la presentación al concurso, el cual decidía qué empresa se haría cargo del mismo”. “Se me ofreció el proyecto. Se hizo a todo correr en 5 días, cartel, dossier, logos, carpetas y documentación varia. Poco dormí, la verdad… Tampoco es que el resultado final me pareciese para presumir, pero teniendo en cuenta lo que me dieron y pidieron, cubría sus necesidades y expectativas”, ha manifestado Ochoa, que ha asegurado que propuso a los tres socios organizadores “cobrar simbólicamente 300 euros por el trabajo, con la condición de que si ganaban, yo seguiría encargado del diseño del festival. Lo cual supondría mucho curro, pero, al fin y al cabo, debería compensar económicamente. Un festival necesita mil adaptaciones del diseño y si era mío el concepto original, me parecía lo justo”. “Les pareció más que justo y todo un favor por mi parte, y así me lo hicieron saber”, ha añadido.

“Como un imbécil que parece no haber trabajado en esto en su vida, fui cediendo”

De entre toda la documentación que tuvo que editar, Ochoa cree recordar que “el presupuesto sumaba más de 1,3 millones de euros y los patrocinios más de medio millón de euros. Se mostraron encantados con el trabajo. Se presentaron al concurso, y lo ‘ganaron’… A partir de ahí, empieza el festival de verdad, me piden archivos del dossier editables, para poder modificarlo ellos, los logos, los tipos, etc. Como un imbécil que parece no haber trabajado en esto en su vida, fui cediendo. Sin dejar de alucinar, comencé a bromear sobre el hecho de que me la estaban liando. Tras varias semanas de intentar conocer un plan de trabajo prometido, me entero de que han ofrecido el curro a otro diseñador. Bravo por la música. Ole, ole y ole. Hasta este momento, yo no había presupuestado nada, ni alto ni bajo, más allá del acordado para la presentación. Básicamente, se lo recriminé y les mandé a la mierda. No pareció importarles. Vaya…”.

Ochoa asegura que “a pesar de ello, parecieron intentar ‘arreglar’ las cosas” y que “les envió una factura de poco más de 1.000 euros, más por orgullo que otra cosa, que a día de hoy, evidentemente, no han pagado. Ni siquiera han intentado defender su posición y mucho menos disculparse... Un abogado me propuso denunciarles. Paso. Por muchas razones…”. “Si pongo esto aquí, más que detrás de una infantil o inútil venganza o debido a una triste pataleta que se me pasó hace meses, es porque algunos de mis conocidos, gente a la que aprecio o incluso colegas, posiblemente, antes o después, trataréis” con ellos, concluye.

Las otras deudas del festival de la Campa
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