miércoles. 24.04.2024

El número de osas con crías de primer año en la cordillera Cantábrica pasó de 10 a 40 entre el 2000 y el 2015, unas cifras que permiten afirmar que "la especie se recupera", en palabras de la consejera de Desarrollo Rural y Recursos Naturales, María Jesús Álvarez González.

La representante del Principado ha detallado este jueves en rueda de prensa el censo de la población de osos en la cordillera Cantábrica en 2014 y 2015, en el que Asturias colabora con Galicia, Castilla y León y Cantabria para recabar y ofrecer los datos.

Aunque la población de osas con crías creció en 6 entre ambos años, de 34 a 40, el número de crías se redujo en 3 en el mismo periodo, de 67 a 64. Álvarez González ha valorado los resultados como "positivos" y ha aseverado que el trabajo en los últimos años "va dando frutos".

Por otro lado, los datos muestran que los osos se distribuyen de manera desigual entre las zonas occidental y oriental, siendo la primera la que cuenta con más presencia de la especie.

Tan solo 6 de las 40 osas se hallaban en la zona oriental, una tendencia similar a la de las crías, de las que únicamente 9 de 64 se encontraron en el oriente, según datos de 2015.

Población total actual

La población actual de osos oscila entre 230 y 260 individuos, de los que entre 190 y 220 se localizan en el área occidental y al menos 40 en la oriental.

"Podemos afirmar que se ha logrado revertir esta tendencia demográfica negativa, comenzando una lenta pero imparable mejora de la población osera en la cordillera Cantábrica", ha celebrado el director general de Recursos Naturales, Manuel Calvo.

"Se ha logrado revertir esta tendencia demográfica negativa, comenzando una lenta pero imparable mejora de la población osera en la cordillera Cantábrica"

El director general ha interpretado los datos como una "consolidación e incremento de la población osera en la subpoblación occidental" y como "un ligero incremento en la oriental".

Por otro lado, Calvo ha explicado que uno de los objetivos sobre los que se trabaja es lograr que ambas poblaciones se unan. Para lograrlo, los principales esfuerzos se concentran en la "restauración del hábitat" en las zonas de Leitariegos y el Huerna, con la intención de que actúen como corredores en el camino de los osos. Asimismo, también se realizan labores de vigilancia y de retirada de lazos para atrapar a estos animales.

Álvarez González ha considerado al oso pardo un "recurso patrimonial y turístico". En este sentido, según ha explicado Calvo, las cuatro comunidades autónomas involucradas en el censo han desarrollado un protocolo de osos conflictivos que trasladarán próximamente al Ministerio competente.

El oso pardo se declaró especie en peligro de extinción en 1990. Por este motivo, los distintos Gobiernos autonómicos de la cordillera Cantábrica (Galicia, Asturias, Castilla y León y Cantabria), una de las áreas con presencia de osos, cooperan en medidas para revertir la situación.

Las osas con crías se cuadruplicaron desde 2000, hasta alcanzar las 40
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