jueves. 28.03.2024

Alrededor de una docena de médicos, medio centenar de enfermeros y entre 300 y 400 auxiliares de Enfermería trabajan para el ICASS (Instituto Cántabro de Servicios Sociales), organismo público adscrito a la Consejería de Universidades e Investigación, Medio Ambiente y Política Social del Gobierno de Cantabria. Una de esas enfermeras, María Prado, ha denunciado a este diario que lleva una década trabajando para el ICASS, es decir “para el Gobierno de Cantabria”, y sin embargo su experiencia le puntuaría “cero” si quisiera presentarse a unas oposiciones a enfermera del SCS (Servicio Cántabro de Salud), organismo público adscrito a la Consejería de Sanidad.

“Tanto la Dirección del ICASS como la de la Consejería de Sanidad entienden y comparten nuestras reivindicaciones”

“Nuestra experiencia en los Centros de Atención a la Dependencia de Cantabria puntúa para Aragón, para Asturias, para Madrid o para cualquier otra comunidad autónoma, ¿por qué para el Servicio Cántabro de Salud no puntúa?”, se pregunta Prado. “¿Y por qué la experiencia de un enfermero de otra comunidad autónoma –incluso vinculados a organismos de Servicios Sociales como el ICASS– e incluso de la UE sí puntúa para el Servicio Cántabro de Salud y la nuestra no?”, añade. La enfermera asegura que tanto la Dirección del ICASS como la de la Consejería de Sanidad “entienden y comparten” sus reivindicaciones, por lo que está convencida de que quienes frenan esas reivindicaciones son “algunos sindicatos” que en su opinión verían con malos ojos que la experiencia en el ICASS puntuara en las oposiciones al SCS, porque de esa forma no pocos trabajadores del ICASS adelantarían en las listas a trabajadores del SCS.

“Desempeñamos las mismas funciones que cualquier enfermero y sin embargo nos sentimos enfermeros de segunda, nos sentimos ninguneados”, destaca Prado, que denuncia que la experiencia laboral puntúe “hasta si trabajas en el Centro Hospitalario Padre Menni o en cualquier otro centro privado concertado con el Gobierno de Cantabria”, y sin embargo “a nosotros, que somos funcionarios o interinos del propio Gobierno de Cantabria, no nos puntúe”. “Es denigrar a los trabajadores de Cantabria, que muchos se ven obligados a emigrar a otras comunidades, aparte del problema que tienen en el ICASS para sustituir en vacaciones o bajas –como no puntúa el tiempo trabajado, la gente no quiere trabajar para el ICASS–, lo que se traduce en no sustituciones, sobrecarga de trabajo por compañeros de baja no reemplazados, etcétera”, añade.

“Mi trabajo me gusta, pero siento que pierdo el tiempo”

La enfermera recuerda que de los cuatro ámbitos del Gobierno de Cantabria –Sanidad, Educación, Justicia y Administración General–, en tres de ellos –Educación, Justicia y Administración General– “se exigió reciprocidad: a igual trabajo desempeñado, igual baremación” y “se aprobó”, y Sanidad es “el único ámbito que no quiere llevarlo a cabo”. E insiste en que “una mayoría sindical del SCS” (y cita concretamente a “Comisiones Obreras, SATSE y ATI”) es la que “frena los trámites en las mesas de negociación”, y “todo para que la bolsa de trabajadores del SCS no aumente en personal”. Otros sindicatos sí son más receptivos a sus reivindicaciones. “SIEP lleva tres legislaturas peleando por este tema, ha hablado con todos los consejeros de Sanidad –con la actual ya ha mantenido tres reuniones– y ha conseguido que la Consejería de Presidencia se pronuncie y envíe un escrito a la Consejería de Sanidad y al Servicio Cántabro de Salud” y la UGT “al menos ha dicho públicamente que ellos también lo han pedido en las mesas”, asegura Prado, que como otras enfermeras de los Centros de Atención a la Dependencia dependientes del ICASS, lamenta: “Mi trabajo me gusta, pero siento que pierdo el tiempo”.

“Nos sentimos enfermeros de segunda”