viernes. 29.03.2024

Existen muchas teorías sobre por qué nos hemos refriado: “salí con poca ropa”, “llevaba el pelo mojado”, “estuve andando descalzo por casa”… Sin embargo, varios estudios científicos demuestran que no existe relación directa entre el frío en sí y contraer el catarro o la gripe, según informa Navarra.com

Los científicos coinciden en que para caer enfermo de uno de estos virus está claro que hay que entrar en contacto con el virus en cuestión. Ningún jersey de menos tendría nada que ver en el asunto, sin embargo, un estudio llevado a cabo por un equipo deinvestigadores de la Universidad de Yale (EEUU) y que recoge la revista PNAS, demuestra que sí que existiría una relación entre la temperatura y los virus del resfriado (rhinovirus) y la gripe. Estos agentes infecciosos tendrían más facilidad de asentarse en los individuos al bajar la temperatura del interior de la nariz.

Para llegar a esta conclusión, los científicos comprobaron cómo afectaba la temperatura al sistema inmune humano y a su capacidad para bloquear la invasión del virus. Para ello, realizaron un experimento con ratones, cogiendo células de las fosas nasales de los roedores y comparando su respuesta inmune ante el rhinovirus con la temperatura corporal habitual, 37 grados, y con la temperatura de las fosas nasales (a 33 º C). Los investigadores descubrieron que la respuesta antiviral del organismo de los ratones era más efectiva en el primer caso que en el segundo, revelando que es el frío el que favorece que nos resfriamos cuando existen bajas temperaturas.

Otra de las razones al margen de la temperatura es la actividad y los lugares que se frecuentan en la época invernal. Los lugares cerrados y las grandes aglomeraciones hacen que los contagios sean más sencillos y frecuentes que en primavera y verano.

¿Por qué nos resfriamos más en invierno?
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