miércoles. 24.04.2024

“Nos están quitando nuestra libertad”, aseguran algunos de ellos ante esta nueva medida que se implantó definitivamente en la región el pasado lunes 17 de agosto. “Prefieren prohibirnos vivir antes que recurrir a otros métodos como multar a todos aquellos que no llevan mascarilla por la calle”, asegura Alicia Ramos, que lleva más de 20 años siendo consumidora de cigarrillos y que, además, recalca que “no va a dejar de hacer lo que la relaja porque el Gobierno no quiera atajar este problema por otras vías”. Además, muchos otros, al conocerse finalmente esta restricción en Cantabria, señalan que “tanta prohibición va a hacer que nos quedemos en casa y así paremos la economía”.

Desde el 17 de agosto está prohibido fumar en las playas de CantabriaDesde el 17 de agosto está prohibido fumar en las playas de Cantabria

Mascarilla, gel hidroalcohólico y distancia de seguridad son las claves para este verano tan atípico marcado por el COVID-19. Además, a estas medidas se ha sumado estos días la prohibición de fumar en las playas cántabras, donde, según la normativa vigente, esta restricción afecta a todo el espacio de los arenales cántabros.

La prohibición ha tenido una buena acogida entre la sociedad cántabra, que celebra la implantación de estas nuevas medidas en las playas de la Comunidad Autónoma. Uno de ellos es Luis Herrero, profesor de Educación Física, quien subraya que es “una medida que va a afectar beneficiosamente a la salud pública, tanto de fumadores activos como pasivos”. Además, Herrero destaca que “cada uno decide cómo quiere morir, es cierto, pero quizás fumar no sea la mejor forma, especialmente porque también afecta a aquellos que estamos cerca del humo”.

Cantabria es una de las comunidades autónomas donde el número de fumadores es de los más bajos del país

A él se une Avelina López, una fumadora que ve con buenos ojos las nuevas medidas implantadas desde el Gobierno de Cantabria porque, además de “ser beneficiosas para todos”, van a ser un incentivo para que “mucha gente deje este hábito a un lado y tenga una vida más saludable”. Así, López añade que “por lo general los niños toman como ejemplo a sus padres, y gracias a esta prohibición muchos de ellos no verán a gente fumando en las playas. Quizás esta sea la fórmula para construir un mundo mejor”.

Sin embargo, y a pesar de que Cantabria es una de las comunidades autónomas donde el número de fumadores es de los más bajos del país, aquellos consumidores asiduos se han mostrado contrarios a la implantación de esta medida.

IMPLICACIONES DE LA PROHIBICIÓN

En un clima en el que la salud empieza a estar por encima de la adicción, la lucha entre fumadores activos y pasivos continúa. Aunque lo cierto es que el acto de consumir cigarrillos ha sido causante, directa o indirectamente, de millones de muertes a lo largo de la historia.

Por ello, esta nueva medida permite mejorar la salud pública, y es que al fumar no sólo resultan afectados los propios pulmones, si no que aquellos que se encuentran alrededor del consumidor también aspiran el aire nocivo proveniente del cigarro. Al fin y al cabo, a pesar de que cada uno tenga su propia vida, la sociedad convive bajo unas mismas normas, bajo un mismo mundo, lo que también implica vivir bajo el mismo aire, y si este es perjudicial para la salud, toda la sociedad estará en peligro.

La prohibición contempla diversas implicaciones para la Comunidad AutónomaLa prohibición contempla diversas implicaciones para la Comunidad Autónoma

De esta forma, y teniendo como objetivo principal evitar la propagación de la COVID-19 en Cantabria, el Gobierno autonómico instauró esta prohibición como solución ante el incremento de afectados por coronavirus que empezaba a sufrir la región. Así, y aunque el 12 de agosto comenzaron los primeros rumores sobre las nuevas medidas, no fue hasta el día siguiente, el 13 de agosto, cuando el vicepresidente de la Comunidad, Pablo Zuloaga, anunciaba que el Gobierno impediría, entre muchas otras medidas, fumar en las playas de la región.

“Quizás esta prohibición sea una oportunidad para mejorar la salud pública”

Esta nueva restricción, además, permite mejorar el estado del medioambiente que, tras haber pasado casi dos meses sin apenas presencia de humanos, ha mejorado su condición. Al fin y al cabo, el tabaco está compuesto por material nocivo para el planeta, por lo que todas esas colillas tiradas por la arena “no hacen más que dañar la tierra en la que vivimos”, como señala A.T.Z., también docente y ex fumadora.

Asimismo, la prohibición también incluye implicaciones económicas puesto que, tras los recortes sufridos en Sanidad en los últimos años, sumados a la crisis sanitaria vivida en nuestro país desde el mes de marzo, esta área se ha visto fuertemente golpeada. Por ello, uno de los objetivos básicos va a ser la recaudación de material sanitario y se pondrá especial hincapié en la manutención de una vida saludable en la que elementos tan dañinos como el tabaco no tendrán cabida.

Fumar siempre ha sido un hábito bastante común. Agarrar el cigarro, encender el mechero y poder relajar el cuerpo con un vicio que destruye poco a poco los pulmones de los consumidores. Al igual que la COVID-19, que ha supuesto un cambio radical en las rutinas sociales tal y como las conocemos, quizás esta prohibición sea una oportunidad para mejorar la salud pública y, además, ayudar al medio ambiente.

“Nos están quitando nuestra libertad”, entre las quejas de los fumadores ante las...
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