viernes. 19.04.2024

La lucha de las mujeres por la igualdad ha permitido que muchas de ellas entren en entornos laborales que tradicionalmente se han asociado a los hombres. La doctora y vocal de Atención Primaria del Colegio de Médicos de Cantabria, Montserrat Matilla, considera que la desigualdad que existe, por ejemplo, en la brecha salarial, se debe fundamentalmente a los intereses de las empresas privadas por una mayor ganancia.

Se han ganado muchos derechos en los últimos años, pero la brecha salarial, por ejemplo, sigue siendo muy alta. ¿Qué se necesita para lograr que la sociedad acepte esta igualdad?

Creo que la sociedad actual en general sí acepta la igualdad salarial entre el hombre y la mujer, no dándose dicha circunstancia en el ámbito privado del trabajo y sí en el público del funcionariado, deduciendo que los autores de estas diferencias salariales son empresas privadas con interés de ganancia por encima de cualquier norma estatal que pueda existir y con desprecio a la condición femenina.

Los autores de estas diferencias salariales son empresas privadas con interés de ganancia por encima de cualquier norma estatal

La solución podría ser en primer lugar el estudio y la valoración de la normativa en vigor. Y en segundo lugar la modificación que dé lugar a que hagan de obligado cumplimiento a las empresas la igualdad de sueldos por los mismos trabajos, sin distinción del sexo.

La violencia de género ha dejado el mayor número de víctimas desde hace varios años. ¿Qué solución puede existir contra esta lacra?

Soy consciente de que por su gran complejidad y por los múltiples factores que intervienen, la lucha contra la violencia de género es uno de los grandes retos a los que nos enfrentamos como sociedad democrática y civilizada que somos.

No tenemos una varita mágica que nos dé la solución frente a esta lacra, pero creo que sería muy importante la educación desde la infancia en la máxima igualdad.

Se necesita mucha más concienciación, sensibilización y formación para afrontar este problema y para que las futuras generaciones no lo sufran. Todavía hay muchas mujeres que no se atreven a denunciar, por miedo o porque no sienten el suficiente respaldo de la sociedad.

Animo a que todas las mujeres que estén sufriendo, cualquier tipo de violencia, tanto física, sexual, como psicológica, denuncien su situación.

"Se necesita mucha más sensibilización y formación para afrontar la violencia de género"