jueves. 28.03.2024

Cantabria ha iniciado este lunes la fase 1 de la desescalada de forma dispar, con la gran mayoría de los comercios minoristas abiertos pero casi todas las terrazas de bares y restaurantes cerradas, a pesar de que los negocios de hostelería pueden ofrecer este servicio con la mitad del aforo habitual. Por un lado, han levantado la persiana en torno al 85-90% de los pequeños comerciantes, que "tienen ganas de empezar a trabajar y atender al público" tras casi dos meses cerrados por el coronavirus, mientras que por otro lado apenas ha retomado su actividad un 5% de los hosteleros, que no ven "ningún viso de hacer negocio" con las limitaciones todavía vigentes por la pandemia.

Así lo han trasladado a Europa Press el secretario de la Federación de Comercio en Cantabria (Coercan), Gonzalo Cayón, y el presidente de la Asociación Empresarial de Hostelería de Cantabria (AEHC), Ángel Cuevas, que en ambos casos están a la espera de ver qué sucede con los Expedientes de Regulación de Empleo Temporal presentados por el estado de alarma decretado en España para frenar la COVID-19.

"Nos dan el balón y el equipamiento pero no está marcado el punto de penalti", compara Cuevas

En este sentido, el portavoz de los hosteleros cántabros tilda de "vergüenza gigante" que se permita reabrir al 50% las terrazas desde este lunes pero hasta el martes, 12 de mayo, no se conozcan las nuevas condiciones de los ERTE, y teme que pueda haber "sorpresitas" que "perjudiquen" a los empresarios. "No es normal", se queja, para reflexionar que no los hosteleros no pueden "sacar"" a sus trabajadores del expediente de empleo "sin saber las reglas de juego". "Nos dan el balón y el equipamiento pero no está marcado el punto de penalti", compara Cuevas, usando un símil futbolístico.

Teniendo en cuenta esto y otros factores, como que el día ha amanecido lluvioso, la apertura de terrazas está siendo "mínima" y "testimonial". A modo de ejemplo, Cuevas ha indicado que ofrecen este servicio "tres" de los cerca de 70 establecimientos que hay en Suances o solo "dos" de los casi 40 que tiene Santillana del Mar, mientras que en Santander hay "cuatro o cinco abiertos".

Y quienes han levantado la persiana lo han hecho porque están "hasta las narices" de estar en casa, para "ensayar" las medidas de seguridad e higiene obligatorias desde ahora o porque están "ahogados en deudas", aunque un 50% de las mesas de terrazas ocupadas no es "suficiente" ya que no hay "ningún viso de negocio". En este sentido, Cuevas ha explicado que un establecimiento medio cuenta con diez mesas en el interior y otras tantas en el exterior, por lo que con tener disponibles solo cinco del total de 20 para clientes "no salen las cuentas por ningún lado".

Para que salgan se tienen que juntar dos cosas: movilidad geográfica, entre comunidades autónomas y no solo dentro de la provincia, para que haya turistas, y que se puedan usar las mesas internas y las barras de los bares, eso sí "guardando la distancia de seguridad" en todos los casos, apunta el presidente de los hosteleros.

COMERCIO MINORISTA

Por su parte, la "gran mayoría" del comercio minorista de Cantabria tenía intención de levantar la persiana este lunes con motivo del arranque de la fase 1 de la desescalada, en la que se permite la actividad de negocios de hasta 400 metros cuadrados, con algunas excepciones y salvedades. Así, han empezado a abrir este lunes en torno al 85-90% de los establecimientos que pueden hacerlo, porcentaje que se eleva prácticamente al 100% en aquellos regentados por una sola persona o autónomos, según estimaciones de Coercan, la Federación del Comercio de Cantabria.

Su secretario general, Gonzalo Cayón, ha explicado a esta agencia que los comerciantes minoristas que no retoman su actividad son aquellos que están a expensas de que se clarifique qué va a suceder con los ERTE aplicados a la plantilla, en el supuesto de que haya un rebrote que obligue a "dar marcha atrás" en las fases de la desescalada. Pero, por lo general, todos "tienen ganas de empezar a trabajar y atender al público", para ir dando salida al material adquirido hace meses y poder abonar la correspondiente factura a sus proveedores.

De cara a la reapertura tras casi dos meses de inactividad, han ido haciendo acopio de material de protección (mascarillas, guantes, geles, etc.) y han adoptado también medidas y recomendaciones establecidas para evitar contagios, como carteles con las distancias de seguridad que hay que guardar. Así, por ejemplo, en el ámbito del sector textil hay negocios que pondrán en 'cuarentena' las prendas que se prueben pero no compren los clientes mientras que en otros se desinfectará esa ropa antes de volver a ponerla a la venta.

Un factor determinante para reabrir es, según ha apuntado Cayón, el que no haya restricciones a la hora de "ir de tiendas", ni de horarios y tampoco de municipios, que se instauraron para salir a pasear o hacer deporte en la fase 0, en la que además se precisaba cita previa para ir a un comercio.

Estas limitaciones constituían, hasta el sábado pasado, la "gran duda" del sector, y la ausencia de las mismas han supuesto un aliciente importante al decidir retomar la actividad, pues "si abres un comercio y no hay tránsito por la calle poco negocio puedes hacer". A ello se suman las muestras de apoyo recibidas en las últimas semanas de la gente que, según el secretario de Coercan, prefieren comprar en el comercio minorista, "de barrio", pues les genera "más confianza" y reducen además los desplazamientos "al máximo".

De cara a próximas fases de la desescalada o adelantos y cambios en la fase I, Gonzalo Cayón se ha referido a las "quejas" y "auxilio" de algunos subsectores que también piden que se haga una excepción con ellos y puedan abrir, como ha sucedido con los concesionarios a pesar de que rebasan los 400 metros cuadrados. Así, también quieren reanudar su actividad las tiendas de muebles y electrodomésticos, que no suelen registrar gran tránsito de clientes, aunque sea limitando el aforo permitido y requiriendo cita previa.

También demandan abrir minoristas ubicados en centros comerciales, toda vez que pueden hacerlo las superficies de alimentación o determinados negocios, como las ópticas o tiendas de telefonía. En cualquier caso, desde la Federación de Comercio de Cantabria esperan que la pandemia del coronavirus vaya remitiendo y de forma progresiva se vaya recuperando la normalidad.

Muchas tiendas abiertas pero pocas terrazas: así inicia Cantabria la fase 1
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