jueves. 28.03.2024

A pesar de que más del 40% de los ríos de Cantabria presentan un estado ecológico bueno o muy bueno, la situación de los cauces en la región es, mayoritariamente, mala o con necesidad de mejorar. Así se desprende de las conclusiones de 2015 del Proyecto Ríos, en el que algo más de 1.000 voluntarios han analizado la calidad de los cauces cántabros en un total de 85 tramos en primavera y otoño. El resultado obtenido señala que un tercio "necesita mejorar", puesto que su estado es "moderado" y "no alcanza las condiciones óptimas"; y entre un 20 y un 25% presentan un estado ecológico "deficiente o malo".

Este estudio, liderado por la Asociación Cambera, viene realizándose de forma ininterrumpida durante los últimos ocho años. En este periodo, los resultados del proyecto reflejan que el estado ecológico de los ríos se ha mantenido "igual o ha empeorado", ya que si bien la calidad de las aguas "ha evolucionado favorablemente", el estado de las riberas "ha empeorado de forma progresiva".

El estado ecológico de los ríos se ha mantenido "igual o ha empeorado"

Así lo ha explicado el técnico de Cambera, Nacho Cloux, durante la presentación del informe de 2015 del proyecto Ríos, junto a los directores generales de Medio Natural, Antonio Lucio, y del CIMA, Jesús García.

Lucio ha destacado que "falta mucho por hacer" en el ámbito de la conservación de las riberas -factor clave para prevenir las inundaciones- y también "hay margen de mejora" en lo que se refiere a los residuos sólidos, en el que "la concienciación ciudadana es fundamental".

El director general ha señalado que "en muy poco tiempo" se aprobará el plan de gestión de las zonas fluviales de la Red Natura 2000, que se encuentra "en la fase final de participación pública", y ha asegurado que trabajos como el de la asociación Cambera "van a ser claves" en estos planes de gestión, no sólo porque los realizan voluntarios, ha explicado, sino por la "calidad" de los mismos.

Por su parte, el director del CIMA ha ensalzado el carácter "pionero" del Proyecto Ríos, la "óptima respuesta social" y su continuidad en el tiempo de forma ininterrumpida.

El informe de 2015 refleja que el estado general de los ríos estudiados es bueno, con "un nivel adecuado, aguas transparentes y sin olores que pongan de manifiesto afecciones importantes". El 70% de los tramos muestreados están incluidos en algún espacio natural protegido (Red Natura 2000, Parque Natural Saja-Besaya y Parque Natural de los Collados del Asón).

Afecciones

Las principales afecciones señaladas por los voluntarios en cuanto al estado de los márgenes, son la presencia de canalizaciones, existencia de zonas de acceso, caminos o carreteras, desbroces y talas (que suelen coincidir con espacios de recreo), o la predominancia de prados (asociado al uso ganadero) y, en menor medida, urbanizadas.

El principal uso de las riberas fluviales corresponde al agroganadero, que predomina en más del 40% de los tramos muestreados (tramos medios y bajos en todas las cuencas). Además, un tercio de los tramos presentan algún tipo de infraestructura o construcción, carreteras, vías de ferrocarril, aparcamientos o urbanizaciones.

Se han descrito un total de 37 colectores, de los que la mitad vertían aguas residuales sin depurar procedentes de viviendas aisladas o zonas urbanizadas. Las cuencas del Miera y Besaya son las que concentran mayor número de colectores y vertidos asociados. En el 85% de los tramos había residuos, principalmente plásticos (71%), latas (36%) y papel (34%).

Por otro lado, se han detectado un total de 22 especies distintas de flora exótica invasora, y en más del 60% de los tramos analizados se ha identificado al menos una especie. En un 40% de los tramos estudiados existe alguna especie amenazada, como la nutria o el martín pescador.

Los hábitats bien constituidos superan el 60% en ambas campañas de muestreo. Se han identificado 19 y 42 tramos, en primavera y otoño, respectivamente, cuyo hábitat ha sido calificado de intermedio y cuyas condiciones físicas no son óptimas. Se identifican cuatro tramos donde el hábitat está más empobrecido: el Saja en Mazcuerras, el Asón en Somarrón, el Pas en Santiurde de Toranzo y el Camesa en el Molino de la Vega.

Bosque de ribera

En todas las cuencas donde se ha recogido información existen tramos con bosques de ribera bien conservados, especialmente en los extremos occidental y oriental de la Comunidad. No obstante, los que presentan alteraciones importantes o están degradados "superan en porcentaje" a los primeros.

La mitad de los tramos muestreados presentan una calidad del agua muy buena o buena, apareciendo ejemplos de ellas en todas las cuencas donde se recogieron datos. Los ríos con una calidad del agua excelente se distribuyen, por regla general, en las cabeceras de los cursos principales y, puntualmente, en algunos tramos medios y bajos. La cuenca del Ebro, en el sur de la región, y las del Deva, Nansa y Costa Oeste, en la parte más occidental, son las que proporcionalmente presentan mejor calidad del agua.

Los tramos con afecciones importantes en la calidad del agua, o con un estado muy deteriorado de las mismas, representan el 12% y 15%, en primavera y otoño, respectivamente. Los peores lugares, en cuanto a calidad de agua se refiere, se concentran en los tramos bajos de las cuencas del Saja y Pas, además de en las cabeceras del Ebro y Camesa. Puntualmente, aparecen también en las cuencas del Miera y Asón, donde se detecta el peor tramo de los inspeccionados, motivado por un vertido industrial.

La mitad de los ríos de Cantabria está en mal estado o necesita mejorar
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