jueves. 28.03.2024

Los miembros de Sodercan en el Consejo de Administración de EWI-Ecomasa han reconocido haber mantenido "bastantes diferencias" con los gestores y representantes de la empresa en este órgano, al que, según han dicho, "llegaban ya las decisiones tomadas", razón por la que renunciaron a estar en él además de porque no se les facilitó la información que pidieron sobre el destino del dinero público invertido en el proyecto a través del ICAF en la etapa anterior a su llegada.

Así lo han explicado este martes en la comisión de investigación de Ecomasa en el Parlamento de Cantabria Pedro Labat, Pedro Fernández y Pedro Herrero, que formaron parte del Consejo de Administración de Ecomasa, la fallida planta de estufas de Maliaño, entre septiembre de 013 y junio de 2014.

En su comparecencia, han explicado que las "diferencias" con los representantes de la empresa versaban sobre los informes económicos y otras cuestiones que se les exponían y que dibujaban un "futuro esperanzador" para la compañía.

Sodercan entró en Ecomasa cuando un cambio normativo impidió que el ICAF invirtiera en proyectos privados

También han respondido afirmativamente cuando el diputado del PRC Francisco Ortínz les ha preguntado si los gestores de la empresa "recelaban" de su presencia en el Consejo de Administración de Ecomasa y nos les veían con "muy buenos ojos".

En la comisión, han explicado que cuando Sodercan entró en Ecomasa el proyecto estaba ya "bastante avanzado" y, a través del ICAF, ya se había aportado una parte importante de dinero público, en el que se llegaron a invertir 18 millones de euros de las arcas regionales más unos 3 millones de euros aportados por Teka por las indemnizaciones de los trabajadores despedidos de la fábrica de electrodomésticos de Cajo y que fueron contratados por la planta de estufas.

Según se ha señalado en la comisión, en el momento de la llegada de estos representantes de Sodercan al Consejo de Administración de Ecomasa ya se habían aportado, entre el Gobierno de Cantabria -a través del ICAF- y Teka más de 13 millones de euros.

Han apuntado que nunca, al menos que ellos conocieran, Sodercan había entrado en un proyecto empresarial empezado si ya otra sociedad pública del Gobierno de Cantabria -como en este caso fue el ICAF- ya estaba participando en él.

Han explicado que Sodercan entró en Ecomasa cuando un cambio normativo impidió que el ICAF, que era al que hasta ese momento estaba aportando el dinero público, invirtiera en proyectos privados.

De esta forma, Sodercan fue en este proyecto una "empresa instrumental" ya que no invirtió -hasta casi el final del proyecto- dinero de su presupuesto en Ecomasa, sino que era el ICAF el que prestaba a la Sociedad de Desarrollo Regional el dinero que luego aportaba a este proyecto empresarial.

Labat, letrado asesor de Sodercan y secretario del Consejo de Administración de esta sociedad pública y secretario no consejero en el Consejo de EWI, ha aclarado que la entrada de Sodercan en Ecomasa se produjo tras "informes favorables" de los técnicos y tras un informe del ICAF -que era el que había seguido el proyecto "desde el minuto cero"- que "determinaba que la operación había que hacerla".

A su vez, Pedro Fernández, director de Servicios Centrales, Financiero, Empresas Participadas, Desarrollo Internacional y Captación de Inversiones de Sodercan y vocal en el Consejo de Ecomasa, ha explicado que su departamento hizo un informe financiero pero "en base" al informe "exhaustivo" informe económico realizado por el ICAF, que era el que, según ha dicho, había seguido el proyecto "desde el minuto cero".

Por su parte, Herrero, que era responsable de Innovación de Sodercan cuando la sociedad entró en Ecomasa, ha explicado que cuando Sodercan entró a formar parte de Ecomasa y ellos se integraron en el Consejo de Administración de la compañía como representantes de la sociedad pública ya existían en la empresa "tensiones" y "problemas" de Tesorería.

Además, ha explicado que en esos momentos la planta de Maliaño aún no había hecho "un solo producto" para la venta.

Estos tres representantes de Sodercan en el Consejo de EWI han señalado que cuando llegaron la empresa acababa de comprar a la compañía francesa Wanders para que se encargara de comercializar en el mercado europeo los productos que se iban a fabricar en la planta de Maliaño, que fue una de las operaciones que supuso pérdida de dinero público.

Han explicado que ellos "nunca estuvieron de acuerdo" en que dicha comercializadora se comprara "tan pronto". "Era el caballo que tuvimos siempre", han afirmado en su comparecencia.

Y es que, aunque consideraban que era una "estupenda" idea que Ecomasa consiguiera una comercializadora en uno de los lugares donde, según se preveía, iba a tener uno de los principales mercados, creían que el momento "no eran el oportuno" dado que la empresa aún no había comenzado a producir.

Según el ejemplo que han puesto, era como comprar una tienda "en el mejor sitio de Santander" pero sin tener aún el producto "para poner en las estanterías".

Miembros de Sodercan en Ecomasa aseguran que las decisiones “llegaban tomadas” al...