jueves. 28.03.2024

Cada año se cazan en Cantabria entre 15 y 20 lobos. Pero en esta cifra, que arroja un total de 180 ejemplares en los últimos ocho años, hay muchos matices. Para empezar, se incluyen aquellas muertes por motivo de los daños que provocan. También están las muertes por caza deportiva, aquella que permite abatir uno de estos animales por cada cacería de jabalíes solicitada. Y también están las muertes por causas ilegales o accidentes, que representan el 8% del total.

El Gobierno regional, en un intento por proteger la especie, impulsó a finales de 2015 el Plan de Gestión del Lobo con el fin de declarar a este animal como no cinegético, es decir, que no puede cazarse. Una medida que va en la línea de la política defendida por la Unión Europea, que por ejemplo subvenciona a Portugal por declarar al lobo especie protegida. Según ha podido saber este diario, este mes de agosto saldrá a información pública el Plan, después de haber valorado las iniciativas de los diferentes participantes de la Mesa.

El director General de Medio Rural, Antonio Lucio, ha explicado a este medio que en la actualidad existen aproximadamente 10.000 cazadores con licencia en Cantabria. Y si bien no ha ofrecido un dato aproximado de cuántos ejemplares se cazarán a partir de que el Plan entre en vigor, sí ha explicado que ser hará únicamente por criterios de daño y población. Actualmente, y según el último recuento realizado en el periodo 2012-2014, Cantabria tiene 12 manadas de lobos.

“El proyecto mantiene que no será cinegética, pero sí permitirá controles de población”

“Hablar de caza es hablar de caza deportiva, y eso va a desaparecer”, ha afirmado, recordando además que “el proyecto mantiene que no será cinegética, pero sí permitirá controles de población”. Esto significa en última instancia que el Gobierno será el encargado de autorizar la muerte de estos animales tras un control de los ejemplares o si han causado daños a los ciudadanos.

Problemática en España

Pero la protección de este animal en España no sigue la misma tendencia que en Cantabria, al menos al sur del Duero. Mientras que en el norte existen diferentes legislaciones y grados de protección, “cualquier tipo de control tiene más complejidad” al sur de este río. En este sentido, hace menos de un mes la Oficina Nacional de Caza opinaba que el lobo está sobreprotegido. “No comparto esa opinión, al menos al norte del Duero, que es lo que conozco”, ha afirmado Lucio.

La decisión de Cantabria de proteger esta especie de la caza deportiva es radicalmente opuesta a lo ocurrido esta semana en Castilla y León, donde el Plan de Conservación y Gestión del lobo publicado en el Boletín Oficial de la comunidad establece un cupo de 143 ejemplares cazados al año de forma legal. Es decir, mantiene la caza deportiva.

Para la Dirección General del Medio Natural de la Junta de Castilla y León, la consideración del lobo como especie cinegética es "la mejor herramienta para su adecuada regulación poblacional". Una teoría similar a la que el PP ha defendido en Cantabria para oponerse a la iniciativa del bipartito PRC-PSOE, convirtiéndose en el único partido contrario al Plan y que, por lo que ha podido saber este diario, no ha modificado su postura.

A esta caza autorizada de 143 lobos habría que sumar "los que maten los agentes forestales o los celadores por daños a la ganadería, una cifra que está en torno al medio centenar más" en Castilla y León

En marzo de este año, el diputado ‘popular’ de Cantabria Luis Carlos Albalá defendía “usar a los cazadores” como herramienta de control del lobo, proponiendo mantenerlo como especie cinegética y modificar la legislación para permitir que las indemnizaciones las pague la Administración regional. No por casualidad, el partido que gobierna en Castilla y León también es el PP.

Y como cabría esperar, la normativa en Castilla y León no ha sido bien recibida por los ecologistas, que por el contrario han apoyado “en su inmensa mayoría”, al igual que las asociaciones ganaderas, la iniciativa de Cantabria.

Entre otras críticas, han asegurado que “bajo la excusa de controlar la población se esconde la intención de diezmar la especie", calificando la decisión de "indecendete y delictiva", y han recordado que la normativa oficial contempla el control de ejemplares al norte del Duero ha sido "ampliamente judicializada y ganada por organizaciones ecologistas, razón que puede estar detrás del hecho de que la disposición sea ahora por tres años en lugar de anual como sucedía antes".

Por supuesto, a esta caza autorizada de 143 lobos habría que sumar "los que maten los agentes forestales o los celadores por daños a la ganadería, una cifra que está en torno al medio centenar más" en Castilla y León, así como los abatidos ilegalmente, ya que "se calcula que por cada lobo que se mata legalmente, caen 6 sin permiso".

El Plan de Gestión del Lobo de Cantabria trata de evitar, precisamente, esto. “La obligación de la norma es el control poblacional”, ha recordado Lucio, que ha comparado lo que existe actualmente, la caza deportiva, los daños y el control poblacional, con lo que va a existir desde el momento en que entre en vigor la nueva normativa, que solo permitirá el control poblacional y los daños.

El lobo encuentra en Cantabria, donde ahora tiene 12 manadas, la protección a su caza...
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