viernes. 19.04.2024
CANTABRIA

La huelga de los examinadores no tiene “atisbos de mejorar”

La presidenta de las autoescuelas en Cantabria asegura que están “totalmente indefensos”, y pide que se convoquen más plazas.

El comité de huelga tan solo ha conseguido que se empiecen a negociar las reivindicaciones económicas, por lo que mantienen unos paros que podrían recrudecerse.

Coche de autoescuela
Las autoescuelas están totalmente atadas y no pueden dar una respuesta a los alumnos

La huelga indefinida de los examinadores de la Dirección General de Tráfico (DGT), que comenzó el pasado 14 de septiembre, va camino de recrudecerse. El pasado domingo 27 de septiembre la Asociación de Examinadores de Tráfico (ASEXTRA), tras una reunión con el secretario general de Tráfico, Cristóbal Cremades, aseguró que los paros no se desconvocarían “porque no hay ni un motivo que nos haga desistir de esta protesta”. A este respecto, la presidenta de la Asociación Cántabra de Escuelas de Conductores (ACEC), Lucía Ortiz, se ha mostrado preocupada porque “puede haber paro total” si no se llega a una solución en poco tiempo, a lo que ha añadido que “atisbo de mejorar ninguno”.

Según ha confesado a eldiariocantabria.es, “las autoescuelas estamos muy desmoralizadas”, algo a lo que se suman los propios estudiantes, a los que “solo les queda reclamar”. El motivo de ese estado de ánimo es la “indefensión” en la que actualmente desarrollan su trabajo, pues “no podemos dar solución” a una huelga que, como ella misma explica, les ha cogido en medio de la negociación entre funcionarios y DGT.

“Solicitamos que existan y se convoquen más plazas de examinadores”, ha explicado Ortiz, algo que según ha revelado se ha producido esta semana, aunque no en buenas condiciones. “Si las plazas no compensan, es lógico que no se cubran”, ha afirmado para, a continuación, pedir “que se pongan de acuerdo y que las negociaciones lleguen a buen puerto”, encontrando una “solución que no deteriore el servicio” que actualmente se da a los alumnos.

Precisamente los alumnos están siendo, junto con las propias autoescuelas, los mayores afectados por el paro de los examinadores. Como ha explicado la presidenta de ACEC, los nuevos alumnos que se van a presentar “no podrán examinarse hasta finales de noviembre”, ya que se está dando prioridad a aquellos que han visto retrasada su fecha por la huelga. “El problema es que esto es una cadena”, ha lamentado Ortiz, por lo que los retrasos se van acumulando.

Muchos perjuicios, poca repercusión

Como ha detallado Ortiz, esta huelga tiene un perjuicio formativo para las autoescuelas, que “tenemos que cortar las clases”, y un perjuicio económico ya que “los profesores no pueden dar clases”, por lo que podrían terminar en el paro.

Sin embargo, a pesar de los perjuicios que supone para autoescuelas, profesores y alumnos, “de momento no está habiendo mucha repercusión”, aunque “los alumnos ya están poniendo quejas en la Jefatura de Tráfico”. En este sentido, la presidenta de ACEC ha lamentado que las escuelas de conductores “no podemos poner solución, estamos completamente indefensos”.

“Qué más quisiéramos que dar soluciones a los alumnos”, ha afirmado Ortiz, quien ha instado a que reclamen en un intento de demostrar el desencanto de la sociedad. Esto no quiere decir, ni mucho menos, que estén en contra de los examinadores. “Respetamos su derecho a huelga, pero se tiene que dar el servicio”, ha explicado, afirmando además que “debe ser la DGT la que ponga soluciones”.

Reivindicaciones

Por ahora, los examinadores han logrado desbloquear las reivindicaciones económicas, iniciando así el proceso para mejorar sus condiciones. Pero el resto de puntos que han dado lugar a esta huelga indefinida, las medidas para reducir la peligrosidad y la reducción de carga laboral, siguen en punto muerto.

Y según detalla ASEXTRA, se van a mantener así durante algún tiempo más. En la reunión mantenida esta semana entre los representantes de la DGT y los de los trabajadores, la Dirección se ha negado a quitar la posibilidad de dar la nota en el momento del examen práctico, algo que reclaman los examinadores ante la posibilidad de agresiones físicas o verbales. Pero la desprotección de los trabajadores, según denuncia el comité de huelga, se mantiene cuando se inicia el proceso judicial, en tanto en cuanto muchos funcionarios acuden solos al juzgado.

En este sentido, Lucía Ortiz ha asegurado que “en Cantabria ya ha habido una agresión física” que ha provocado la baja de un examinador, la cual “no se ha cubierto”, y que se suma a “muchas agresiones verbales”. “No son la norma”, ha afirmado, pero con la crisis económica, que lleva a muchos alumnos a reducir las clases de práctica, han aumentado.

La carga de trabajo, que los examinadores reclaman que se reduzca de trece a doce pruebas, tampoco parece que esté cerca de solucionarse, ni siquiera aunque la DGT reconoce que actualmente la mayoría de jefaturas hacen grupos de doce pruebas, e incluso que la media nacional es de diez pruebas.

La huelga de los examinadores no tiene “atisbos de mejorar”
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