El reciente fallecimiento de la joven holandesa de 17 años en el viaducto de Cedeja, en Virgen de la Peña (Cabezón de la Sal) ha levantado una gran polémica sobre la práctica de este deporte extremo. Pero los trabajadores y aficionados al puenting defienden la seguridad de este deporte, así como describen las sensaciones emocionantes que les produce.
Javier Fernández es un joven de 23 años que lleva tres realizando saltos al vacio agarrado por una cuerda. No tiene duda al describir la emoción que le produce ese caída al vacío “durante unos breves segundos, la sensación de caída va acompañada de una vertiginosa descarga de adrenalina, lo que lo convierte en una de las actividades más emocionantes que hago en mi vida”.
“Los saltos que realizamos producen un algo que no se tiene con ninguna otra actividad. Lanzarse al vacío, desde un puente asegurado por cuerdas, formando un péndulo, es una sensación increíble” explica el joven cuando es preguntado en qué consiste exactamente el puenting.
El motivo de la polémica
La polémica por la práctica de este deporte viene dada desde que el pasado lunes muriese la joven holandesa de 17 años cuando practicaba puenting en el viaducto de Cedeja, en Virgen de la Peña (Cabezón de la Sal). El jueves dos de los organizadores del evento fueron imputados por homicidio imprudente. Por otra parte la Guardia civil ha concluido ya las diligencias que venía realizando en el marco de la investigación abierta en torno a este suceso y se las entregado al juez que se encargará del caso, del Juzgado de Instrucción número 1 de Torrelavega.
No obstante, la Policía Judicial continúa trabajando con diligencias complementarias, que se remitirán al magistrado una vez estén finalizadas, han apuntado las citadas fuentes.
Sobre la seguridad a la hora de hacer estas prácticas Fernández no tiene duda “existe una seguridad casi máxima, y los monitores siempre extreman el cuidado. El desgraciado accidente del lunes no viene por un fallo de seguridad sino de comunicación y entendimiento”. Confirma que lo ha practicado al menos durante 5 ocasiones y advierte que “la verdad es que la comunicación es muy importante, y es necesario entender perfectamente lo que dice el monitor” concluye Fernández.
