jueves. 28.03.2024

La Bahía de Santoña guarda algunos de los mejores tesoros que ofrece Cantabria a sus visitantes.  Gracias a Excursiones Marítimas puedes vivir una experiencia única a bordo de la embarcación “Villa Fuica”.  Desde que el barco abandona el muelle, sabes que estás rodeado de un entorno único. Caras de asombro ante las hermosas esculturas que forma la naturaleza alrededor de la península.

La primera gran vista que se presenta ante la atenta mirada de los turistas es el espectacular Convento de los Padres Capuchinos, situado a los pies de MonteHano. La mayor parte del monasterio data del siglo XVII. El convento se alza sobre la ermita de Nuestra Señora del Monte. La historia cuenta, que en el propio monasterio está enterrada la noble alemana Bárbara Blomberg, madre de Don Juan de Austria, y amante del emperador Carlos V. Destaca por su sencillez y sobriedad.

El viaje avanza a través del hermoso mar de la bahía dejando a un lado la larga playa de Laredo, que cuenta con más de 5 kilómetros de blanca arena.

El viaje avanza a través del hermoso mar de la bahía dejando a un lado la larga playa de Laredo, que cuenta con más de 5 kilómetros de blanca arena. Alzando la vista, a lo lejos, la ballena de Oriñón que regala un paisaje abrupto y fastuoso. Durante el viaje, los excursionistas reciben detalles de la mar, conociendo a fondo el trabajo que realizan cada día los pescadores y marineros de la zona.

Es inevitable que a medida que el barco recorre millas las vistas se centren en la joya del recorrido. El Faro del Caballo se alza en un acantilado del Monte Buciero, a la entrada de la ría de Santoña. Se trata de un escenario de película. El agua adquiera tonos turquesas que invitan al baño. El acceso por tierra obliga a los visitantes a recorrer más de 700 escalones, construidos por los presos de Santoña del siglo XIX, para llegar hasta este faro, inutilizado desde 1993. Desde el agua se puede apreciar el paisaje en toda su plenitud. Se eleva 24 metros por encima del nivel del mar, y se observa como los turistas que se han atrevido a realizar la ruta llegan a su destino con la idea de lanzarse al mar. Además, se aprecian pequeñas cavidades en las que se refleja el agua del mar.

Unos momentos para poder inmortalizar el paisaje  mientras la embarcación gira para tomar el sentido contrario y llegar hasta la Peña del Fraile, en cuyo perfil se puede diferenciar un rostro de manera nítida formada por las distintas cavidades y, costeando después del fraile los acantilados barrenados bajo las ordenes de Napoleón.

Los viajeros disfrutan, amenizados por los divertidos y didácticos comentarios de los profesionales que conducen la excursión.  Aprovechando la privilegia situación geográfica de la zona se alzan los fuertes de San Martín y San Carlos, bastiones de la defensa en anteriores siglos. El primero, rehabilitado en 1986, se alza en forma de uve con dos pisos superpuestos. Por su parte el de San Carlos está situado en la falda del monte y cuenta con una espectacular galería corrida en forma de ele.

Este verano, los más afortunados han podido disfrutar de delfines junto a la costa.

Especial atención merece la Patrona de Santoña. La figura de la Virgen del Puerto que cuida toda la Bahía y que se ha convertido en un estupendo mirador para los visitantes. Antes de volver a tierra se conocen de primera mano nuevos detalles sobre las Marismas de Santoña y las numerosas especies de aves que lo visitan. Este verano, los más afortunados han podido disfrutar de delfines junto a la costa.

La experiencia finaliza con la satisfacción de los visitantes, que disfrutan de un rico sobao  y un vino mientras comparten sus impresiones sobre la visita. Se trata de una manera diferente de descubrir la Bahía de Santoña, desde dentro, con un recorrido que es en su totalidad muy bien documentado y cultural, que ninguno de los miles de visitantes que este año han disfrutado de la excursión, olvidarán.

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