viernes. 29.03.2024

Enero ha sido extremadamente húmedo en todos los valles centrales de Cantabria, donde se han registrado valores históricos de precipitaciones, muy húmedo en la costa y de muy húmedo a normal en el sur de la región. Además, ha resultado frío en la costa central y oriental y en el sur y suroeste de Cantabria, y muy frío en los valles centrales y costa occidental. Así lo señala la Delegación Territorial en Cantabria de la Agencia Estatal de Meteorología (AEMET) en su 'Avance climatológico de enero', que ha facilitado hoy.

El mes de enero recogió mucha más precipitación de la esperada, y los mayores registros estuvieron concentrados entre los días 22 al 24, con valores históricos en algún observatorio de la región. La precipitación acumulada en estos tres días en Villacarriedo (238,9 litros por metro cuadrado), Terán (289 litros) y Ruente (403,5 litros), ha sido la máxima que se ha registrado nunca en estas estaciones desde que comenzaron sus observaciones. La precipitación registrada el 23 de enero ha sido la máxima registrada en un día en las estaciones de Terán (148,3 litros por metro cuadrado) y Ruente (199,7 litros) desde sus inicios.

La persistencia del tiempo anticiclónico y la ausencia de vientos marcaron la primera semana del año, con tiempo seco y temperaturas muy bajas. Este carácter seco se rompió transitoriamente al finalizar la primera decena del mes con la entrada de aire marítimo húmedo y posteriormente toda la segunda quincena, muy húmeda a causa de la sucesiva entrada de frentes marítimos, dando lugar a la anomalía de máximo pluviométrico de los tres días mencionados y los dos últimos días del mes.

Desde el comienzo de la segunda quincena y así hasta el final del mes numerosos sistemas frontales dominaron la meteorología de enero sobre el norte de España, dando lugar a sucesivas oleadas de aire húmedo con precipitaciones especialmente eficientes entre los días 22 a 24 de enero, lo cual unido a una subida de temperaturas y el efecto fundente de dichas precipitaciones sobre el manto nivoso existente originó inundaciones muy extensas sobre gran parte de la provincia.

Las temperaturas estuvieron, en general, por debajo de los valores normales y las mínimas, en particular, alcanzaron valores especialmente bajos. Fue más fría la primera quincena del mes que la segunda, en la que las temperaturas se recuperaron algo. Se produjeron numerosas heladas en los valles del interior y fueron especialmente fríos los días 4 al 6, donde se dieron temperaturas por debajo de cero incluso en muchas zonas de costa. En los valles interiores se registraron entre 10 y 12 días con temperaturas mínimas negativas, alcanzando esas cifras a valores entre 20 y 24 días en las zonas altas y valles del sur de Cantabria.

El viento sopló un 4% más de lo que es habitual, aproximadamente. En el observatorio de Santander-Aeropuerto se superaron los 9.750 kilómetros de recorrido mensual, y se midieron rachas de más de 100 kilómetros por hora en algunas fechas de la última semana en algunos observatorios de la región, tanto en costa como en zonas altas.

La insolación estuvo por debajo de lo normal, totalizando 66 horas de sol en el observatorio de Santander-Aeropuerto, lo que supone un 22% por debajo de lo esperado para un mes de enero. Además, se registraron unas 28 descargas eléctricas por rayos, en la última decena del mes, con la entrada de aire muy inestable del norte.

VALORES EXTREMOS

Por lo que se refiere a los valores extremos registrados en enero en Cantabria, la temperatura máxima más alta corresponde a los 18,8 grados centígrados el día 31 en Tama; mientras que la temperatura mínima más baja fue de -11,3 grados el día 6 en Cubillo de Ebro. La máxima precipitación recogida en 24 horas fueron 199,7 litros por metro cuadrado el día 23 en Ruente; y la racha máxima alcanzó los 112 kilómetros por hora el día 28 en Tresviso.
 

Enero, un mes extremadamente húmedo y muy frío en Cantabria
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