viernes. 29.03.2024

Cuando llega el verano, el bonito del norte, el que se pesca en el mar Cantábrico, llega a los mercados. Se captura uno a uno, con la técnica del anzuelo, para que el animal no se estrese y no sufra demasiado.

El bonito es muy apreciado por su sabor y por la gran variedad de platos que se pueden preparar gracias a su especial sabor.

Se trata de algo estacional, pero siempre podemos disfrutar del producto el resto del año si nos decidimos a embotarlo. No perderá calidad y se ahorrará dinero, porque el bonito comprado entero resulta más económico que despiezado en rodajas.

Las ventajas de embotar son muchas: degustar el bonito durante todo el año, manteniendo el sabor, un ahorro importante para la economía familiar, conocimiento hasta en el último detalle de todos los ingredientes y por último, la satisfacción personal de haberlo realizado.

Tradicionalmente se suele embotar en el mes de septiembre, pero aprovechar la visita de amigos y familiares para adquirir bonito a buen precio y organizar la actividad puede dar un resultado fantástico, tanto en diversión como en sabor. Siempre surgen anécdotas divertidas en las que compartir el tiempo entretiene y la compañía enriquece.

Las conservas son la tendencia que más ha despertado la curiosidad de muchos aficionados a la gastronomía. Se han abierto muchos restaurantes basados únicamente en el mundo de las conservas de alta calidad.

Y es que la conserva no sólo sirve para salir del paso. Fácil, económico, resultón y de calidad. Representan un excelente fondo de despensa. Actualmente, se han convertido en alta cocina envasada que permite no sólo aprovechar los excedentes, sino también preservar los alimentos frescos para cualquier ocasión, manteniendo todas las propiedades.Nacieron de la necesidad de conservar mejor los alimentos para proveerse en épocas de escasez.

El embotar bonito, al igual que su pesca, te acerca a lo artesano y aúna tradición con alta cocina.

 

Embotar bonito, tradición y sabor del Cantábrico
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