El derrumbe de parte del edificio del número 57 de la calle del Sol, en Santander, no solo ha afectado a las familias que residían en él. El salón de tatuajes Alma Mater también lleva seis días cerrado debido al suceso. Su dueño, David Poncela, ha hablado con ‘eldiariocantabria’ sobre lo ocurrido.
“Nos pilló, como a todos, de improviso”, asegura. “Volvía de hacer un recado a las nueve de la mañana y vi a los bomberos fuera”. “Sabíamos que los vecinos habían puesto alguna denuncia a las obras, pero nosotros al estar alquilados tampoco estábamos muy enterados del tema”, ha explicado.
Ahora, David y su mujer esperan poder abrir de nuevo su negocio, que se encuentra en la parte derecha del edificio (la no afectada por el derrumbe), y ha confesado que viven con “incertidumbre” y “sin respuesta ni saber que van a poder hacer”. “Estamos desde el miércoles sin trabajar, no hay ingresos y los gastos continúan. De este negocio vivimos tres personas, y en mi casa es el único ingreso ya que mi mujer también trabaja aquí. Podemos tirar así una temporada, pero seguimos teniendo gastos que cubrir. A nuestro empleado no podemos mantenerle sin tener ningún ingreso”.
David todavía no se puede creer lo que ha pasado, “te puede ir mal el negocio por mil cosas, pero ir un día a trabajar y tener que cerrarlo de repente… Parece algo que solo ves en la tele, pero cuando te pasa a ti te das cuenta de las cosas”.
Por ello, y llegados a este punto, el dueño de Alma Mater solo pide “que le den la máxima brevedad posible al tema. Si de verdad van a mantener el edificio en pie, espero que le den la máxima prioridad para que volvamos. No es solo que me hayan cerrado el local, es que tengo todo dentro y tampoco puedo dar el servicio en cualquier otra parte, porque debemos cumplir unos requisitos con sanidad”, finaliza.
DEMOLEDOR INFORME DEL ARQUITECTO
Por otra parte, la pweb mituin.com ha hecho público el “demoledor” informe que redactó el arquitecto Javier Fernández-Cotero para presentar conjuntamente con la denuncia de los vecinos del inmueble, con fecha de 30 de junio de 2017.
En él, este profesional, después de varias inspecciones (8 de mayo y 27 de junio) determinó que en la reforma del local que estaba remodelándose “no solo se ha interviniendo en su interior, sino que también se está interviniendo en la estructura del edificio”, y que dichas obras no contaban con “un técnico competente para intervenir en la estructura y dirigir las obras”.
Fernández-Cotero acompañó el documento con varias fotografías que mostraban grietas, roturas y fisuras en varias partes del edificio, debidas “a la intervención por parte del promotor de Dos Imanes Producciones, en la estructura”.
También denuncia que, en ese momento, las obras solo disponían de permiso de obra menor, y concluye recomendado “la paralización”, ya que en caso de continuar con la reforma “los asientos en el cerramiento que actualmente presenta una patología de grietas y fisuras van en aumento, creando una peligrosidad en los viandantes y en la habitabilidad de los usuarios de la vivienda”.
