viernes. 19.04.2024

Cruz Roja atendió a más de 300 refugiados en Cantabria en 2016, una cifra que se va a incrementando exponencialmente al igual que las solicitudes de protección internacional que gestiona y que hasta hora rondaban la docena cada año pero que sólo en los primeros seis meses de 2017 ya ascienden a 61. Así lo han indicado el presidente de Cruz Roja en Cantabria, Javier Fernández, y la responsable del área de atención a refugiados de la entidad en la comunidad autónoma, Sandra García, durante la presentación de la campaña 'La maleta que más pesa', que a lo largo de dos meses recorrerá las nueve sedes de Cruz Roja en la comunidad y que busca sensibilizar a los cántabros sobre la situación de los refugiados. Han detallado que, aunque en 2016 se atendió a 300 personas, no todas ellas pasaron por el programa de acogida temporal en el que Cruz Roja dispone de 76 plazas: 57 en el Centro de Refugiados de Torrelavega, 10 en dos pisos cedidos por el Ayuntamiento de Santander, otras 5 en un piso cedido por el Consistorio de Piélagos y otras 4 en otro piso en la capital del Besaya cedido por el Gobierno de Cantabria. A día de hoy, García ha indicado que todas las plazas están cubiertas y ha avanzado que, ante el aumento del número de refugiados atendidos y de solicitantes de protección internacional, Cruz Roja pretende incrementar esas plazas en una veintena en este año 2017.

Cruz Roja ha "triplicado" su programa de atención

Ante ese incremento de refugiados, principalmente llegados de Venezuela, Colombia, Ucrania y Siria, ha destacado que Cruz Roja ha "triplicado" su programa de atención, en el marco del cual se realiza la primera acogida a esas personas y algunas de ellas entran a otro de acogida temporal. A todos los refugiados que llegan a Cantabria, ha detallado García, se les prestan servicios de intervención social, asistencia legal y atención psicológica, pero principalmente se les ayuda a "iniciar su vida" y, "lo más importante, integrarse en la sociedad". Precisamente a la sociedad cántabra se dirige la campaña 'La maleta que más pesa' que, desde esta semana y durante dos meses, Cruz Roja llevará a las sedes de sus comités locales en Cantabria. Empezará por Santander, la siguiente semana recalará en Laredo y posteriormente pasará por Castro Urdiales, Liébana, Ramales de la Victoria, Reinosa, Pas-Pisueña, Santoña y Torrelavega.

El presidente de Cruz Roja en Cantabria ha destacado que esta campaña, en la que han participado seis personas refugiadas en la comunidad autónoma y dos de las cuales han asistido a la presentación, muestra unas maletas en cuyo interior hay unas pantallas en las que se visualizarán vídeos en los que esas personas cuenta su experiencia como personas migrantes que huyen de guerras o conflictos. Y la responsable del área de atención a refugiados de la entidad ha apuntado que la campaña trata de "sensibilizar y concienciar" a los ciudadanos de que los refugiados "son personas" y que la situación que ellos viven "nos puede suceder también a nosotros de la noche a la mañana".

"No dejaba de llegar gente a las costas" que arribaba "con su vida en una maleta"

La situación personal y emocional que padecen esas personas la ha relatado una enfermera del Hospital Valdecilla y voluntaria de Cruz Roja, Mercedes Hernando, que el pasado año formó parte del primer equipo de emergencia que la entidad envió a Grecia para ayudar en los campos de refugiados. Ha relatado que el campamento en el que ella colaboraba contaba con 900 personas y, en dos días, pasó a tener 3.000. Y es que, a pesar de que en aquel momento -entre marzo y junio de 2016- se habían cerrado las fronteras, "no dejaba de llegar gente a las costas" que arribaba "con su vida en una maleta".

Cruz Roja atendió a más de 300 refugiados en Cantabria en 2016