jueves. 28.03.2024

Aunque muchos no lo sepan, Cantabria es tierra de vinos. Desde hace años, diversas bodegas han abierto sus puertas con el objetivo de aprovechar las características que otorga la zona al producto final. Ahora, tras el paso del verano, los productores están terminando de recoger la uva para dar por cerrada la vendimia de 2017.

“Empezamos a hacer los primeros controles de maduración a principios del mes de septiembre, y desde entonces vamos vendimiando poco a poco en función del grado y la acidez de cada variedad. Gracias a estos análisis podemos localizar aquellas zonas en las que el impacto del sol ha sido más directo y las que han recibido menos iluminación. Generalmente empezamos por la uva chardonnay y la treixadura y de ahí a medida que van madurando, vamos cogiendo el resto”, asegura Jon Durán uno de los gerentes de Bodegas Vidular.

El trabajo durante estos últimos meses se multiplica para todos

vendimia bodegas vidular

El trabajo durante estos últimos meses se multiplica para todos. La jornada de los vendimiadores comienza a las 9:30 horas de la mañana, para evitar así que los racimos estén mojados. Si la uva se comienza a procesar con mucho agua puede llegar a bajar su nivel de azúcar, por lo que es importante hacerlo cuando ya hay sol. En el caso de Vidular, son cinco los vecinos de la zona que trabajan en la vendimia. Tras recoger la uva, esta es transportada en tractor hasta la bodega para allí ser procesada por la tarde. “En nuestro caso no almacenamos la uva, cada racimo que es cortado por la mañana es procesado ese mismo día, para no perder su esencia”.

Desde que abrió sus puertas en 1999 en Bodegas Vidular se han tenido que enfrentar a temporadas muy distintas. “Esto va en función del año, por ejemplo, este 2017 no ha sido de mucho sol pero sí caluroso, por lo que la maduración ha sido más lenta. Por eso, el albariño lo terminaremos de vendimiar en el puente del Pilar”, matiza.

Pese a todo, se muestran satisfechos con el resultado final de este año. “Estas últimas semanas de sol han ayudado a la maduración. Tenemos un producto que está muy asentado y continuamos trabajando en mejorar y prosperar”.

A la hora de describir su caldo, lo tiene claro. “Nuestro vino tiene esa acidez característica del norte .Se trata de un caldo fresco que ha tenido una maduración completa y equilibrada. El albariño se encarga de darle un toque cítrico”.

Nuestro vino tiene esa acidez característica del norte

Las Bodegas Vidular son la materialización del sueño de la familia Durán. Un padre y dos hijos apasionados por el campo y que desde hace 18 años trabajan con el objetivo de colocar al vino cántabro en el lugar que se merece. En un principio comenzaron con una producción de apenas 4.000 botellas que lanzamos en 2004 y en estos momentos cuentan con un total de 10 hectáreas de viñedos.

Recientemente han lanzado un nuevo brut al mercado. “Es bastante diferente al champagne de otras regiones, ya que mantiene las características del albariño. No es tan seco como otros y aporta mucho frescor. Es el primero que se elabora en la región”.

Una vez finalice la vendimia y tras un pequeño descanso, será el turno de empezar a organizar la poda y la reparación de desperfectos en las espalderas de cara al próximo año. El futuro del vino en Cantabria es esperanzador. “Cada vez se está trabajando más en la región, de la mano de vinos de calidad. Cuando tu producto es bueno y la hostelería apuesta por él, la gente lo solicita. Gracias al Centro de Interpretación de Noja hemos dado a conocer el producto sobretodo en la zona de Siete Villas y también en el Arco de la Bahía, donde abundan los clientes extranjeros. Es un modelo de negocio que en Alemania y Francia se estila mucho y que ahora estamos introduciendo en Cantabria”.

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Conoce cómo se vendimia el albariño