La Audiencia Provincial de Cantabria ha condenado a diez años de prisión al cabecilla de una red que falsificó billetes de 20 y 50 euros y los puso en circulación en distintos comercios de varias localidades de la región. Además, la sentencia, de la Sección Tercera y a la que ha tenido acceso Europa Press, ha impuesto entre dos años y dos años y medio de cárcel a otros tres miembros de la agrupación, y ha absuelto a tres acusados más, mientras que reserva las acciones civiles para el octavo procesado.
El fiscal solicitaba inicialmente entre ocho y diez años de encarcelamiento para todos ellos. Consideraba que había dos ideólogos y promotores de la actividad, que contaron con la colaboración de familiares y amigos para la distribución y canje de los billetes ilegales, que elaboraban a partir de fotocopias de uno original impresas en papel timbrado. Recortaban el auténtico por la mitad y le unían el falsificado, induciendo así, con este intercambio, a error a terceras personas o en máquinas de cambio durante la distribución o canje en diferentes establecimientos de la comunidad autónoma.
El juicio se celebró a principios del pasado mes de febrero y declararon siete de los ocho encausados, que negaron su participación en los hechos asegurando que no habían tenido "nada que ver" en la elaboración y colocación de los billetes. Tras la vista, la AP ha condenado a diez años de prisión y multa de 9.240 euros a uno de los dos principales imputados, por un delito de falsificación de moneda de curso legal. Y a otros tres que han sido considerados culpables, la sala les ha impuesto por el mismo tipo delictivo pero en la modalidad de tenencia o puesta en circulación, dos años y seis meses de cárcel y multa de 210 y 120 euros a dos de ellos -un hombre y una mujer- y dos años de prisión y 150 euros de multa a la tercera.
Por lo demás, el tribunal ha absuelto a tres sospechosos más, y ha reservado expresamente las acciones civiles al octavo implicado en estos hechos, que tuvieron lugar en noviembre de 2016 en domicilios y negocios de Guarnizo, Parbayón, Hoznayo y Hazas de Cesto, localidades estas últimas donde vivían los principales acusados.
La resolución judicial, que no es firme pues cabe interponer recurso de apelación ante la Sala de lo Civil y Penal del Tribunal Superior de Justicia de Cantabria, considera que los delitos de falsificación de moneda en las modalidades indicadas se han cometido en grado de "consumación" por parte de los condenados.
