viernes. 29.03.2024

Cantabria ha aumentado sus emisiones a la atmósfera desde un factor 100, en 1990, a un factor 119 en 2014, lo cual le sitúa en una posición intermedia (10 sobre 18) entre las comunidades y supone un "claro incumplimiento" en la reducción de emisiones. Además, Cantabria es la quinta comunidad con mayores emisiones por habitante, con 9,7 toneladas equivalente por habitante.

Son datos del informe sobre 'Cambio climático en Cantabria' elaborado por el Observatorio de Sostenibilidad con motivo del Día Internacional Contra el Cambio Climático. El objetivo es alertar a la sociedad de la importancia del cambio climático en esta comunidad y de la necesidad de tomar acciones urgentes.

Cantabria es una de las comunidades autónomas que menos contribuye al efecto invernadero del total de España con un 1,6% del total en el periodo 1999-2014, un porcentaje solo superior al de La Rioja (0,7%).

En 2014, las emisiones de Cantabria representaron el 1,7% del total, en este caso similares a las de Navarra y nuevamente solo por debajo de La Rioja (0,6%). Las emisiones por hectárea en dicho año se situaron en la región en 1,08 toneladas, el octavo mayor valor por comunidades tras Madrid (2,79), Asturias (2,27), País Vasco (2,25), Canarias (1,76), Baleares (1,64), Cataluña (1,36) y Comunidad Valenciana (1,11).

También está entre las comunidades con mayores emisiones por unidad de PIB en 2014, ocupando la séptima posición con 453,5 toneladas de CO2 equivalente por millón de euros

También está Cantabria entre las comunidades con mayores emisiones por unidad de PIB en 2014, ocupando la séptima posición con 453,5 toneladas de CO2 equivalente por millón de euros.

Efectos

El Observatorio de Sostenibilidad ha constatado que en el periodo 1981-2010 la temperatura media ha subido 0,45 grados centígrados respecto al periodo 1951-1980. En el mismo periodo la precipitación media anual se ha reducido en un 10%.

La subida de las temperaturas ha favorecido el mayor crecimiento de la encina frente al hayedo, según la Universidad de Cantabria. También se han comprobado cambios en la distribución de los peces explotados en las aguas del Cantábrico y del golfo de Vizcaya. Por su parte, los cultivos forrajeros verán reducida su productividad a causa del incremento de las temperaturas, ha advertido el OS.

Igualmente se ha comprobado el ascenso de la cota de los cantaderos del urogallo en toda su área de distribución. La reducida extensión del salmón atlántico se ha visto todavía más mermada por el ascenso de la temperatura de las aguas de los ríos, es decir, por el cambio climático.

Previsiones

Según las proyecciones para el siglo XXI, las temperaturas aumentarán una media de tres grados al final del siglo (4 * 2 grados centígrados para el peor escenario). Si se consideran las cuatro grandes zonas climáticas de Cantabria (litoral, centro, Ebro y Liébana), el incremento de temperaturas será más suave en el litoral y centro que en el Ebro y Liébana, con diferencias de entre 1 y 2 grados a finales de siglo entre estas zonas.

Este gradiente es más acusado en verano, donde los incrementos respecto al litoral pueden hasta los 4 grados en el Ebro. En el caso de las temperaturas mínimas, los aumentos son más uniformes en toda la región.

Se observa una mediterraneización creciente del territorio

Se confirmaría una disminución de precipitación en toda Cantabria en la segunda mitad del siglo (en la primera mitad la incertidumbre es mayor). Los cambios podrán llegar a descensos del 20% en la región con máximos de hasta del 40% en el Valle de Liébana.

La tendencia final de incremento de la temperatura es común a todas las series analizadas, tanto de temperatura media, mínima o máxima y en cualquier zona de la región. En Reinosa (montaña) y en Santander (litoral) la tendencia final es ascendente.

Mediterraneización del territorio

Se observa una mediterraneización creciente del territorio. En la evolución de los cultivos los resultados de los estudios indican que para la vid, las condiciones agroclimáticas en el futuro son más favorables, posibilitando su expansión por la región. Esto es debido a la disminución en las precipitaciones y aumento de la termicidad durante el período vegetativo.

En el caso del arándano y Lolium sp. la progresiva extensión de los tipos mediterráneos (Marítimos y Templados) que conllevan un aumento del déficit hídrico durante buena parte de los períodos vegetativos, además de la influencia de las temperaturas máximas de la estación cálida, influyen negativamente en las aptitudes, disminuyendo su área óptima. Para el resto de los cultivos estudiados en general, la tendencia es a disminuir sus áreas óptimas debido al aumento de la frecuencia de periodos secos, especialmente afectará a las forrajeras.

Sin embargo, el incremento de la termicidad en la estación cálida afectará positivamente a determinados cultivos como frutales criófilos (manzano, peral, etcétera) o termófilos (kiwi, feijoa, algunas especies cítricas) y hortícolas (alubia, tomate, pimiento).

Por otra parte, la elevación del nivel del mar en el Cantábrico está bien documentada. Entre 1947 y 1996 el incremento detectado por mareógrafos en Santander se sitúa en 8 centímetros mientras en La Coruña es de 12, pero con oscilaciones. Es posible que la elevación media del nivel del mar se encuentre realmente entre 3 y 6 milímetros al año.

En el salmón atlántico, Salmo salar, se ha referido un aumento del flujo genético entre las poblaciones del Cantábrico, relacionado con la oscilación climática del Atlántico Norte que, probablemente, se acentuará con el cambio climático. De los 43 ríos en los que se encontraba tradicionalmente el salmón, ya sólo remonta 20 de la costa cantábrica y gallega, por causas como la sobrepesca, la construcción de presas y otros obstáculos en los ríos, o la reducción de caudales. En España se considera en peligro de extinción y el cambio climático podría suponer el golpe de gracia para los salmones atlánticos.

En las comunidades de bivalvos se prevé con una fiabilidad media-alta un aumento de mortalidad en almejas y berberecho debido a las riadas causadas por lluvias intensas (sedimentos y cenizas).

Valoración

"España no ha hecho los deberes en cuanto a reducción de emisiones en cambio climático. Ha pasado de un factor 100 a un factor 115 mientras Europa en el mismo periodo pasaba de 100 a 77", ha advertido Fernando Prieto, uno de los autores del estudio, para quien España debe apostar "por una economía baja en carbono, basada en las renovables, además de empezar a adaptar todos sus sectores productivos al cambio climático".

"Las ciudades, la agricultura y las costas son especialmente vulnerables y deben de realizarse actuaciones de adaptación sin más dilación", ha advertido. En este sentido, otro de los autores del estudio, Raúl Estévez, ha enfatizado que "se está acabando el tiempo para poder actuar con garantías de éxito".

Cantabria es la quinta comunidad con mayores emisiones a la atmósfera por habitante
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