viernes. 29.03.2024

Cantabria ensaya en tres de sus carreteras una metodología pionera a nivel mundial para aumentar la seguridad en las mismas y contribuir así a prevenir accidentes, ya que este sistema "se adelanta a lo que puede ocurrir" al volante.

El proyecto, denominado 'Análisis probabilista de seguridad', tiene en cuenta y valora los riesgos más importantes que tienen lugar en las vías de circulación, e incluye también e integra el factor humano, uno de los más importantes, para una correcta evaluación de todos.

Este método, desarrollado por la Universidad de Cantabria, se asemeja al aplicado en las centrales nucleares, y se ha desarrollado de momento en tres carreteras autonómicas, de Torrelavega a San Vicente de la Barquera, de Viveda a Suances, y de Astillero a Selaya, en las que en la última década se han registrado dos accidentes mortales y donde se van a comenzar a aplicar medidas para prevenirlos.

La idea es extender después su aplicación al resto de vías de la Comunidad, y ahorrar un coste derivado de los siniestros de tráfico, en especial de los más graves, cercano a 15,8 millones en diez años.

Para mejorar la seguridad en las carreteras se tienen en cuenta la accidentalidad en las mismas, la peligrosidad -teniendo en cuenta todas las variables-, identificación de los puntos críticos -determinando localización, tipo y gravedad-, y predicción de la accidentalidad.

Para la ejecución del proyecto se ha recorrido la vía en cuestión grabando un vídeo, a partir del cual se identifican todos los elementos

También se determinan las causas concretas de los posibles siniestros y las soluciones óptimas, para actuar sobre los causantes y reducir costes, según ha explicado este martes el catedrático Enrique Castillo Ron, autor del proyecto junto con el doctor e ingeniero Zacarías Grande.

Ha sido en una rueda de prensa en el Gobierno, en la que también han intervenido el consejero de Obras Públicas y Vivienda, José María Mazón; el director del ramo, José Luis Gochicoa; el rector de la UC, Ángel Pazos; el gerente de la Real Academia de Ingeniería, Javier Pérez Vargas, como representantes de las instituciones colaboradoras en esta iniciativa a la que el Ejecutivo regional ha destinado cerca de 100.000 euros.

El desarrollo de esta metodología de análisis probabilista de seguridad, que se prevé extender a carreteras nacionales e internacionales, parte del encargo que Mazón hizo hace más de un año a la UC y a la Real Academia de Ingeniería, para disminuir la accidentabilidad en las vías de la región, en las que se usaban para este fin sistemas "rudimentarios" o "artesanales".

Hasta ahora se ha puesto en marcha, a modo de prueba, en la CA-131 que va de Torrelavega a la N-634 en las inmediaciones de San Vicente; la CA.132 que une Viveda con Suances; y la CA-142 que comunica Astillero con Selaya, en cuyos tramos se van a adoptar ya algunas medidas, como cambios de señales de reducción de la velocidad, por ejemplo.

Para la ejecución del proyecto se ha recorrido la vía en cuestión grabando un vídeo, a partir del cual se identifican todos los elementos que inciden en la seguridad y su localización, es decir, el punto kilométrico donde se encuentran.

Destacan los de carácter puntual, como pasos de peatones, de nivel, semáforos, rotondas, curvas, túneles, viaductos o señales; ante los que se determina la frecuencia con que ocurren accidentes en cada punto y los que van asociados a tramos donde se reproducen siniestros, como colisiones frontales, atropello de animales sueltos, fallos del pavimento, arcenes, deslizamientos de taludes.

Una vez identificados todos los elementos, se consideran las variables que intervienen en cada uno, como el tipo de conductor o vehículo, la atención y cansancio al volante, la velocidad a la que se circula, las decisiones que se adoptan mientras se conduce, fallos del coche o del pavimento.

Después de localizarse los puntos de mayor riesgo, se identifican las circunstancias que producen los accidentes con mayor frecuencia, para buscar soluciones y adoptar medidas concretas, tales como reducción de la velocidad máxima permitida, construcción de rotondas, mejora de la visibilidad o el firme.

En este sentido, destaca que inversiones "muy pequeñas" asociadas a las modificaciones propuestas -como las asociadas a modificación o recolocación de señales o incorporación de otras nuevas, que cuestan "miles" de euros- acarrean "importantes" consecuencias en materia de reducción de riesgos, hasta el punto de reducir las frecuencias de accidentes muy graves a menos de uno cada diez años.

El estudio 'Análisis probabilista de seguridad' ha sido publicado en revistas como Computer-Aided Civil and Infraestructure Engineering, una de las más relevantes del panorama mundial. En fechas próximas, será presentado por Castillo Ron en diversos lugares como Hong Kong, Londres o Chile. Y también se han interesado en él desde la Dirección General de Tráfico y la de Carreteras del Ministerio de Fomento.

En este sentido, desde la Real Academia de Ingeniería ha resaltado el "enorme interés" que ha despertado esta iniciativa que se ha comenzado a aplicar en Cantabria, que es así "punta de lanza" en el desarrollo de esta metodología preventiva, basada en "no esperar a que suceda un accidente para tomar medidas".

Finalmente, el rector de la UC se ha congratulado del resultado de esta investigación, situada en primera línea mundial y que demuestra que la investigación desarrollada en el ámbito académico tiene una aplicación práctica y muy beneficiosa en la sociedad.

Cantabria ensaya una metodología pionera en el mundo para aumentar la seguridad en las...