martes. 23.04.2024

Cantabria ha perdido 2.787 habitantes en un año, al pasar de tener 585.359 a 1 de enero de 2015 a 582.571 a la misma fecha de 2016, lo que supone un descenso del 0,48%, por encima del medio registrado en España del 0,02%.

De este modo, Cantabria se sitúa como la séptima comunidad con mayor descenso relativo de población de las diez que retrocedieron, encabezadas por Castilla y León (0,94%).

La pérdida de población que ha registrado Cantabria se debe a que el año pasado hubo 1.671 muertes más que nacimientos, hubo 702 personas más que abandonaron Cantabria con destino al extranjero de las que establecieron su residencia en esta comunidad procedentes de otros países (saldo migratorio exterior) y hubo 415 residentes menos producto del saldo migratorio interior.

En el conjunto nacional, la inmigración aumentó un 12,5% el año pasado, cuando por primera vez desde 2010, llegaron a España más extranjeros de los que se marcharon arrojando un balance positivo de 38.317 nuevos habitantes, un 169% más que en 2014. La salida de españoles continuó: cerca de 99.000 nacionales abandonaron el país en 2015, un 23% más que un año antes.

Cerca de 99.000 nacionales abandonaron el país en 2015, un 23% más que un año antes

Según estas cifras, a 1 de enero de 2016 España contaba con 46.438.442 habitantes, 11.142 menos que un año antes. En términos relativos, la caída fue del 0,02% frente al 0,13% de caída registrado en 2014 o el 0,46% de 2013, por lo que "se desacelera" la reducción poblacional.

En términos generales, la mayor reducción se produjo en el grupo de 20 a 39 años, con 389.662 jóvenes menos, y entre los menores de 10 años, con 63.286 niños menos que un año antes. También cayó en los mayores entre 65 y 69 años, con 9.129 personas menos.

Aunque en general la población se redujo, la de españoles aumentó en 24.313 personas por el proceso de nacionalidad española al que se acogieron 114.207 foráneos. Los extranjeros, por su parte, menguaron un 0,8% y contaban a 1 de enero de 2016 con 4.418.898 personas, 35.456 menos que un año antes.

El INE atribuye a esta caída que en 2015 murieron 2.753 personas más de las que nacieron y se marcharon 8.389 personas más de las que llegaron: se registraron 343.614 inmigraciones desde el extranjero y 352.003 emigraciones a otros países.

Con todo, se produjo un aumento del 12,5% en la inmigración, mientras las emigraciones cayeron un 12,1%. Este saldo migratorio fue positivo en Madrid, Canarias, Baleares, Galicia y Ceuta y negativo en el resto del país. No obstante, son Baleares, Madrid, Canarias, Murcia, Navarra y Cataluña las únicas autonomías que vieron crecer su población en 2015.

Más extranjeros

En total, llegaron 291.387 extranjeros el año pasado, un 10,2% más que en 2014, frente a los 253.069 que se marcharon, un 20,9% menos. Dejaron así el primer saldo positivo desde el año 2010, con 38.317 nuevos inmigrantes, un 169% más que al cierre de 2014.

Aunque en general la población se redujo, la de españoles aumentó en 24.313 personas por el proceso de nacionalidad española al que se acogieron 114.207 foráneos

Entre las 20 nacionalidades con mayor flujo migratorio, Italia (9.131) y Venezuela (7.992) presentaron los mayores saldos positivos, con más inmigrantes que emigrantes, y Ucrania el mayor incremento porcentual, con una subida del 35,5%.

Las principales nacionalidades de los inmigrantes el año pasado fueron no obstante la rumana (28.889 recién llegados, aunque 16.043 personas más se marcharon), la marroquí (23.960) y la italiana (18.574).

De los 253.069 extranjeros que se marcharon, principalmente población masculina entre 20 y 49 años de edad, los grupos más amplios eran de rumanos (44.943) y de marroquíes (26.072), las dos nacionalidades más numerosas en el país.

En los 15 países de nacionalidad de los inmigrantes y a excepción de Pakistán, que registró una subida del 0,5%, bajaron las llegadas desde España, con mayor intensidad en Ecuador (-0,62%), Bolivia (-58,2%) y Paraguay (-56,3%).

Emigración de españoles

En cuanto a los españoles, el flujo también aumentó. El año pasado se marcharon 98.934, un 23% más que en 2014, de los que 64.136 habían nacido en España. Mientras, regresaron al país 52.227 nacionales, un 27,5% más que en el año anterior, de los que en torno a la mitad habían nacido en otros países. Al final quedó un saldo negativo de 46.707 personas, el más elevado desde al menos 2010.

El INE detalla que de estos españoles llegados o retornados al país, un 51,3% eran hombres y en su mayoría, procedían de Venezuela (7.591), Francia (4.760) y Reino Unido (3.522).

Por contra, los principales receptores de emigración española fueron Reino Unido, Francia, Alemania, Estados Unidos y Ecuador, lugar al que se dirigía fundamentalmente población nacionalizada y nacidos en España menores de 15 años. En general, la emigración de españoles se concentró en los grupos de 25 a 44 años.

El INE recoge por otra parte los movimientos migratorios dentro del territorio nacional y señala que Madrid, Canarias y Baleares presentaron los saldos positivos más elevados de todas las comunidades autónomas, mientras Castilla-La Mancha, Castilla y León y Andalucía vieron a más ciudadanos marcharse que llegar desde otros territorios.

Nacionalización

La estadística de población y migraciones ofrece además un apartado sobre adquisición de nacionalidad española que revela que en 2015, la obtuvieron un total de 114.207 extranjeros residentes en España, un 44,5% menos que en 2014. El 70,1% obtuvo la nacionalidad cumpliendo requisitos de residencia y el grupo más numeroso tenía entre 35 y 39 años.

Las nacionalidades de origen más frecuentes fueron la marroquí (24.247), ecuatoriana (13.931), colombiana (11.872), boliviana (11.165) y dominicana (8.150), aunque constan asimismo 6.952 peruanos de origen nacionalizados, junto a cubanos (3.070), argentinos (3.055) pakistaníes (2.793), venezolanos (2.326) y brasileños (2.274), entre otros.

Cantabria continúa perdiendo población por encima de la media nacional
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