miércoles. 24.04.2024

El Gobierno de Cantabria apuesta por la precaución y no pedirá el paso a la fase 3 para este lunes 1 de junio como adelantaba el presidente de Cantabria Miguel Ángel Revilla el domingo pasado en el marco de la conferencia de Sánchez con los presidentes autonómicos. A pesar de que los datos proporcionados este viernes solo reflejan un nuevo caso de coronavirus, el repunte de este jueves, cuando se diagnosticaron siete nuevos positivos que derivan en un seguimiento a 140 personas, ha hecho extremar las precauciones. Se calcula que cada nuevo caso detectado haya estado el contacto con unas 20 personas, afirmaba Zuloaga en declaraciones posteriores al nuevo incremento de contagiados, lo que aumentaría exponencialmente la posibilidad se mostrar algún nuevo repunte en fechas próximas.

El repunte del jueves, cuando se diagnosticaron siete nuevos positivos que derivan en seguimiento a 140 personas, ha hecho extremar las precauciones

La ruptura de esta tendencia descendente ha sido determinante para tomar la decisión. El Ejecutivo regional ha decidido, así, mirar con cautela el horizonte del virus en la región y no correr riesgos innecesarios que puedan poner en riesgo la salud de la población y retroceder el camino andado hasta ahora. Un paso en falso podría desembocar en episodios como el ocurrido en Lleida, donde una fiesta de cumpleaños en la que se excedía el número de personas permitidas para la fase en la que se encontraba la ciudad acabó con 20 contagios al estar infectados cuatro de los asistentes.

Este jueves, el Consejero de Sanidad, Miguel Rodríguez, ya expresaba su preocupación por el aumento de casos positivos detectados por PRC que pasaron de “uno, dos o tres casos” a siete de golpe. Por su parte, el vicepresidente del Gobierno, Pablo Zuloaga apelaba a seguir avanzando de fase como hasta ahora pero con total certidumbre y garantías. El Gobierno recuerda que el riego de contagio en Cantabria “no es cero” y hay que convivir con esta nueva realidad tomando las medidas necesarias y evitando que las decisiones se conviertan en situaciones de riesgo.

La fase 3, por tanto, tendrá que esperar hasta el 8 de junio de ser aprobada la solicitud que el Gobierno de Cantabria enviará al Ministerio de Sanidad la semana que viene. Lo primordial ahora es “evitar retrocesos” en la salud, y queda en un segundo plano la principal razón por la que el Ejecutivo se planteaba el adelanto de la fase 3, abrir la economía.

INICIO DE LA ACTIVIDAD EN EL AEREOPUERTO 'SEVERIANO BALLESTEROS'

La Comisión de Desescalada, reunida este viernes, ha acordado incluir en la propuesta el inicio de actividad en el aeropuerto 'Severiano Ballesteros' en cuanto la autoridad sanitaria nacional de luz verde a la apertura de fronteras internacionales y, lógicamente, también los movimientos nacionales de pasajeros. El objetivo es que el aeródromo comience ya con los preparativos para cuando llegue ese momento y restablecer de inmediato la movilidad de las personas y la actividad socioeconómica que gira en torno al aeropuerto, ha señalado el Gobierno de Cantabria en nota de prensa.

La comisión, encabezada por el presidente regional, Miguel Ángel Revilla, volverá a reunirse el próximo lunes para "perfilar" los detalles de la solicitud, que también contempla ir avanzando, al tiempo que lo haga el Ministerio de Sanidad, en la apertura de las guarderías.

GEOPREVENCIÓN PARA MINIMIZAR LOS RIESGOS

La Comisión también ha analizado el informe del grupo Economía y Salud, la Universidad de Cantabria y el IDIVAL, coordinado por David Cantanero, que asesora a este órgano en la determinación de los ritmos temporales para la vuelta progresiva a la normalidad de todos los sectores económicos y sociales de la Comunidad Autónoma. En este sentido, Cantanero ha presentado una serie de propuestas que ahondan en el contexto rural de Cantabria y la baja incidencia del COVID-19 en esas zonas. De ahí que hayan diseñado la herramienta 'SITAR-COVID19', un sistema de información territorial de acción rápida que diagnostica la realidad territorial, demográfica y socio-económica. Se trata de un instrumento de geoprevención para afianzar la seguridad en las fases avanzadas de la desescalada. El objetivo es ofrecer una herramienta para una respuesta "rápida e inmediata" ante la aparición de brotes locales y minimizar los riesgos asociados a las nuevas actividades que se van incorporando en cada fase en los diversos sectores económicos.

 

 

Cantabria apuesta por la precaución y espera una semana más para pasar a la fase 3
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