jueves. 25.04.2024

Cada año miles de personas se dirigen a la tumba de Santiago el Mayor, situada en la Catedral de Santiago de Compostela, a través de un camino de peregrinación que la sociedad lleva recorriendo desde el siglo IX. El también llamado Camino de las Estrellas tiene diversas distinciones, entre las que destacan el Gran Itinerario Cultural y el Premio Príncipe de Asturias, así como el nombramiento de Patrimonio de la Humanidad de sus caminos más conocidos, como el Primitivo, el Francés, o el de Liébana.

CaminoCartelItinerarioCartel del Camino de Santiago, 'Itinerario Cultural Europeo'

Este año, sin embargo, el COVID-19 ha paralizado la actividad de muchos de los peregrinos que acudían cada año por los diversos senderos que ofrecían las rutas hasta la Catedral de Santiago de Compostela. Es el caso de Vicente Presa, cántabro que ha realizado trece veces el Camino de las Estrellas, pero que este año ha decidido alejarse de las rutas jacobeas por el miedo que producen las condiciones del COVID-19 ya que, señala, “las medidas higiénico-sanitarias son muy escasas, y no se puede controlar”. Además, el veterano destaca que es muy difícil realizar los recorridos con la mascarilla, por lo que “es un incentivo más para quedarse en casa este año”.

Por otro lado, los Albergues de Peregrinos de los municipios de Cantabria han tomado decisiones muy diferentes. En Liendo, por ejemplo, el Ayuntamiento ha decidido cerrar el espacio puesto que, como explica el teniente alcalde Juan Rozas, “la afluencia de peregrinos ha bajado este año”. Sin embargo, el edil ha destacado que “si algún peregrino pasa por el pueblo nosotros le dejaremos el espacio circundante a las instalaciones para que ponga su tienda de campaña”.

Albergue de LiendoAlbergue de Liendo

Nieves Rebollar, la hospitalera del Albergue de Peregrinos de Bezana, también decidió cerrar en marzo porque “hay que colaborar entre todos para acabar con la pandemia”. “Vi la situación que estaba viniendo y pensé que se nos iba a ir de las manos. Y no me equivocaba”, explica Rebollar. Además, aclara que “si algún peregrino decide llamarnos porque tiene dudas sobre los Albergues que están abiertos en Cantabria, puede llamarnos sin problema”. 

En este contexto, los hospitaleros se encuentran unidos por vía telefónica, e incluso, el propietario del Albergue la Cabaña del Abuelo Peuto en Güemes, el Padre Ernesto Bustio, ha elaborado una lista con aquellos hospedajes que se encuentran abiertos y a los que los peregrinos podrán acudir en su paso por Cantabria. Algunos de los Albergues que figuran en este documento son Noja Aventura (Noja), el Albergue Solar de Hidalgos y la Posada Real Caborredondo (Santillana del Mar), el Albergue de Santander de la calle Ruamayor, el Albergue Piedad (Boo de Piélagos), el Albergue el Pino, aunque solo admite grupos, el Albergue Viejo Lucas (Cóbreces) y el Albergue La huella del Camino (Comillas), además de centros como Surf House (Oyambre).

La desinfección diaria, la distancia social y el lavado con gel hidroalcohólico así como el uso de mascarillas son algunas de las medidas que los diferentes hospedajes siguen en Cantabria. En un verano atípico marcado por el miedo al COVID-19 y en el que la afluencia de peregrinos ha disminuido, los Albergues de la región toman todas las medidas posibles para evitar el contagio de la enfermedad que ha paralizado el mundo.

Cantabria acoge el Camino de Santiago en un verano marcado por el COVID-19
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