La presidenta del Banco Santander, Ana Botín, ha asegurado hoy jueves que el sector bancario no es de los que más merecen que se les imponga un impuesto específico, una medida que el Gobierno de Pedro Sánchez ha planteado establecer en varias ocasiones. Así lo ha puesto de manifiesto la presidenta del Banco Santander durante la rueda de prensa posterior a la presentación de resultados correspondientes al ejercicio 2019, donde también ha destacado que el banco que lidera es el que tiene la tasa efectiva fiscal más alta de toda Europa, de hasta 47 puntos porcentuales. "Desde luego, no creo que seamos uno de los sectores que más merece un impuesto específico", ha indicado Botín, quien ha pedido el diseño de un modelo fiscal que permita pagar sólo en las geografías donde se genere valor y donde se haga negocio, y no pagar sobre pérdidas. Así, ha criticado que se tenga que tributar dos veces por lo mismo, ya que actualmente si por ejemplo paga un 40% en Brasil, tiene que volver a hacer lo mismo en España. "Si hay que subir los impuestos, muy bien, soy la que más defiende una fiscalidad justa, pero no pagar dos veces por lo mismo", ha precisado.
Respecto al Gobierno, Botín ha dicho que le parece una "muy buena noticia" que las reformas que se hagan se lleven a cabo con "consenso y diálogo", como el acuerdo reciente entre agentes sociales para la subida del salario mínimo, pero ha pedido que se midan los efectos de las decisiones que se tomen sobre las empresas. La presidenta de Banco Santander ha recalcado la importancia de examinar cuál es el efecto de las reformas en el objetivo que se quiere conseguir mediante un análisis previo del impacto. "Somos y hemos sido capaces de llegar a consensos y objetivos comunes. Puede haber matices, pero el crecimiento inclusivo es lo que necesitamos. Confiamos en que se llegue a acuerdos", ha apuntado. Además, ha subrayado que España sigue siendo un Estado "muy atractivo" para los inversores extranjeros, si bien ha indicado que lo importante es que cualquier cambio o reforma que se haga se aborde de la manera "correcta".
El banco ganó 6.515 millones de euros en 2019
El Banco Santander obtuvo un beneficio atribuido de 6.515 millones de euros en 2019, un 17% menos que en 2018, tras registrar un saldo neto de plusvalías y saneamientos de 1.737 millones de euros, según ha anunciado hoy la entidad presidida por Botín. El banco ha explicado que los saneamientos tienen que ver principalmente con el ajuste del fondo de comercio de Reino Unido anunciado el pasado septiembre (1.491 millones de euros), así como con costes de reestructuración en varios mercados y otras provisiones. Estos ajustes, según ha explicado la entidad, se vieron compensados por la plusvalía neta de 693 millones de euros obtenida por la operación realizada con el negocio de custodia, cerrada en diciembre de 2019, y otras plusvalías. El beneficio atribuido ordinario en 2019, es decir excluido el neto de plusvalías y saneamientos, fue de 8.252 millones de euros, un 2% más (+3% en euros constantes, es decir, sin efecto del tipo de cambio), gracias al mayor número de clientes y al crecimiento de los volúmenes de negocio. Pese al descenso de 2019, en el cuarto trimestre estanco, la entidad obtuvo el mayor beneficio atribuido de su historia, de 2.783 millones de euros (+35% interanual). Excluido el neto de plusvalías y saneamientos trimestral, el beneficio ordinario fue de 2.072 millones en el trimestre, un 2% más (+5% en euros constantes), y el retorno sobre el capital tangible (RoTE) ordinario, una métrica clave de rentabilidad, se mantuvo como "una de las mejores" entre sus comparables en el 11,6% (11,8% para el año completo). Europa contribuyó con un 47% del beneficio ordinario del Grupo en 2019; Sudamérica, un 37%, y Norteamérica, un 16%. Brasil sigue siendo el mercado que más aporta al crecimiento de los resultados del Grupo, con un 28% del beneficio ordinario, seguido de España (15%), Santander Consumer Finance (13%), Reino Unido (11%), México (9%), Estados Unidos (7%) y Chile (6%). En España, el beneficio ordinario se situó en 1.585 millones de euros, un 2% más, gracias a una mayor reducción de costes procedentes de la integración del Banco Popular, mientras que en Reino Unido, el beneficio ordinario se situó en 1.077 millones de euros, un 16% menos debido a la mayor presión competitiva en ingresos.
