jueves. 25.04.2024

El proyecto estrella de la reordenación del Frente Marítimo de Santander ha sido la nueva sede del Centro Botín, espacio de índole privada construido sobre suelo público. El alcalde de Santander, Íñigo de la Serna, lo ha defendido a capa y espada desde que, en 2011, lo presentara como un proyecto vanguardista, que situaría a la ciudad entre las grandes capitales de la cultura, lo que a su vez atraería a más turistas y generaría, por tanto, una mayor riqueza. Todas las previsiones hablaban de 2014 como horizonte para realizar la apertura del nuevo centro, al tiempo que se celebraba el Mundial de Vela. A día de hoy no solo no se ha terminado, sino que se ha anunciado un nuevo retraso para 2017.

De la noticia se hacía eco este miércoles El Diario Montañés, que recoge los problemas técnicos alegados por la Fundación Botín como motivo del parón que han sufrido las obras. Sin embargo, no es algo nuevo. De hecho, los retrasos afectan a esta gran estructura prácticamente desde su comienzo. Ya en 2012 empezaron a plantearse algunos problemas de índole técnica y económica, como es el hecho de que el Ayuntamiento haya perdonado 5 millones de euros de la licencia de la obra.

Todo hace indicar que las previsiones de costes de esta obra eran, cuanto menos, excesivamente ajustadas. Tanto, que las empresas constructoras, OHL y Ascan, ya han generado un sobrecoste de más de 20 millones de euros para unas obras licitadas inicialmente en 80 millones.

Ante todo esto, el alcalde de Santander, Íñigo de la Serna, y los responsables de la Fundación Botín guardan silencio. O mejor dicho, niegan la mayor. Y es que todas las intervenciones de públicas mantienen la versión oficial de que las obras se desarrollan según lo previsto, y que no existen problemas de índole semejante. La última escenificación tuvo lugar antes de las elecciones autonómicas, cuando se anunció a bombo y platillo que la recubierta del Centro Botín se estaba terminando.

De hecho, grupos de la oposición en el Ayuntamiento recuerdan precisamente que a finales de marzo De la Serna se fotografió en una visita organizada a las instalaciones para afirmar que las obras recuperaban su ritmo. Medio año después, ese anuncio es humo.

Todo ello está generando una sensación de oscurantismo en torno al Ayuntamiento de Santander, que presume precisamente de ser uno de los consistorios más transparentes de España. La oposición política de la capital ha denunciado la falta de información en torno a las obras del Centro Botín, y han exigido a De la Serna que explique tanto los motivos por los que se están produciendo estos retrasos como el porqué de haber ocultado estos datos.

Tres años de retraso para el Centro Botín
Comentarios