Esta diferenciación que otorga Europa pretende acreditar que la anchoa se ha pescado en aguas cantábricas y en ningún otro lugar, como sucedió en años pasados cuando se llegó a traer de Croacia, Marruecos o, incluso, China.
El consejero de Medio Rural, Pesca y Alimentación, Jesús Oria, ha avanzado que la Oficina de Calidad Alimentaria trabajará para impulsar este sello de calidad europeo, el "mayor de los respetos que nuestra anchoa se merece". En la pasada legislatura, el Gobierno del PP otorgó a la anchoa la certificación Calidad Controlada, algo que, a su juicio, no es suficiente porque se sigue permitiendo que se traiga de otros mares.
El consejero ha anunciado el inicio de los trabajos para lograr la IGP tras valorar la costera del bocarte, recién concluida, y que ha considerado "estupenda, de las mejores de los últimos años, a pesar de que se ha capturado un pescado pequeño, de una talla casi mínima".
Conflictos en el sector
En este sentido y sobre las diferencias entre pescadores y conserveros, ha indicado que entiende que los barcos no puedan evitar echar las redes cuando encuentran un banco, pero que también comprende a los segundos porque parece ser que la anchoa pequeña no sirve para conserva.
En cuanto a la reapertura no deseada de la costera por parte del Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente, que apenas duró dos días, Oria ha defendido que el sector pesquero se autorregula muy bien. De todos modos, ha manifestado que “ya tenemos la experiencia de cuando no se pudo pescar durante cinco años por falta de biomasa, algo que hay que evitar por todos los medios".
