jueves. 28.03.2024

El hombre acusado de abusar sexualmente de una niña desde que tenía seis años de edad lo ha negado y ha alegado que es homosexual: "Nunca le hice un tocamiento de ningún tipo", ha asegurado el joven, que trabajó al cuidado del padre de la menor entre 2018 y 2019, cuando sucedieron los hechos. El acusado, un joven para el que la Fiscalía pide 12 años de prisión, ha sido juzgado este martes en la Audiencia Provincial de Cantabria por un supuesto delito continuado de abuso sexual a menor de 16 años con penetración. El procesado ha basado su defensa en que es homosexual y no siente "apetencia sexual" hacia las mujeres, y ha dicho que la menor que le acusa es "imaginativa". "Veía hadas", ha dicho.

Frente a su versión, la niña, que ahora tiene nueve años y cuya declaración se ha podido escuchar en la sala con la presencia de su padre, ha confirmado que los hechos sucedieron "muchísimas" veces: "Me decía que el pito suyo le metiera en la boca", "me chupaba la chochetona", "me tenía que meter el pito en el culo", ha relatado. Asimismo, ha reconocido que el joven le hacía "cosas" que no le "gustaban" a la llegada del colegio, tanto en la bodega como en la cama de su padre, y que le hacían "daño". "Me da repelús, me da asco lo que me ha hecho", ha confesado la menor, que ha apuntado que el acusado le advertía que no se lo contara a nadie porque de lo contrario se enfadaría "mucho" con ella.

Por su parte, el acusado ha reconocido que fue condenado con anterioridad por un delito de índole sexual, cuando tenía 15 años y era menor de edad, por el que cumplió una medida de corrección en el centro de menores de Parayas. En este caso, ha apuntado que se trataba de un varón un año menor que él. A preguntas de la Fiscalía, ha asegurado que no pedía a la niña que le acompañara a la bodega cuando bajaba a por comida, que lo hacía solo, que no ayudaba a la menor y a sus dos hermanos a cambiarse de ropa cuando llegaban del colegio "por orden de la madre", y que siempre que estaba con ellos "estaba el padre". Así, ha negado todos los hechos de los que se le acusa y ha dicho desconocer la razón por la que la niña realiza estas acusaciones. "Solo sé que no lo he hecho", ha reiterado, explicando que su labor se limitaba al cuidado del padre, a quien llevaba a rehabilitación y a consultas médicas, a recoger a los niños del colegio y a servirles la comida.

Precisamente, la defensa ha contado con el testimonio de la expareja y la pareja actual del acusado, ambos varones, así como de su tía y su abuela, quienes han confirmado que el joven es homosexual. Y por el lado de la acusación particular, han testificado la madre de la menor, tres monitores del campamento donde la niña relató los hechos a un compañero y la educadora social que dio parte a la Guardia Civil y puso en conocimiento de la familia lo sucedido. Los tres monitores han coincidido en que durante el campamento la menor iba con "frecuencia" al baño y, aunque es "imaginativa", les relató una serie de "cosas" que le hacía el cuidador de su padre y que eran tan "explícitas" que "no podían ser inventadas", relacionados con "acercar su miembro al culo" y "poner sus piernas hacia arriba". Según la madre, desde entonces la niña sigue en tratamiento psicológico, tiene "miedos" y está "asustada" y "afectada". "No puede bajar a la bodega sola", ha añadido la madre que, según ha relatado, la niña pone trampas en casa para escuchar si viene el acusado y "poder escapar". "Creí a mi hija absolutamente", ha trasladado.

Según ha explicado, el joven estuvo al cargo del padre de la víctima, que padece una discapacidad por un problema neurológico, aproximadamente un año, de lunes a sábado de mañana, coincidiendo con el horario de trabajo de ella, y supuestamente aprovechaba los momentos en los que el padre y sus dos hermanos estaban comiendo para realizar dichos abusos, que la madre denunció posteriormente. Con anterioridad a la denuncia, y antes de tener conocimiento de estos hechos, la madre despidió al acusado al comprobar que le faltaba dinero.

Además de los 12 años de cárcel, el Ministerio público también pide para el acusado prohibición de comunicación y acercamiento durante diez años y una medida de libertad vigilada tras la salida de prisión de otros diez. Asimismo, en concepto de responsabilidad civil, solicita una indemnización de 12.000 por los perjuicios morales causados. Por su parte, la acusación particular que ejerce la familia de la menor coincide con la petición de pena de prisión, la medida de libertad vigilada y la indemnización. Además, pide que la prohibición de comunicación y aproximación se eleve hasta los 22 años. Está previsto que el juicio continúe mañana, día 30, también a las 9:30 horas, para abordar los informes periciales y las conclusiones.

El acusado de abuso sexual a una niña desde los seis años lo niega y alega que es...
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