jueves. 28.03.2024

“Estimado agricultor manifestante, que te jodan”. Así se ha manifestado Miguel Ángel Velarde, uno de los abogados de Trajano XXV, despacho profesional fundado en 1993 en Sevilla y dirigido por Ramón Escudero, consejero de la empresa Cantábrica de Zinc cuando Emerita Resources llegó a Cantabria para vender su proyecto de reapertura de la mina de zinc de Reocín, un proyecto cuyo fiasco ha sido confirmado esta semana, tras reconocerlo ante el Parlamento de Cantabria el consejero de Industria, Francisco Martín.

“Es que con esos precios no compensa. Pues como el resto de negocios que tampoco compensan, se cierra y se dedica uno a otra cosa”, dice Velarde

“Es que con esos precios no compensa. Pues como el resto de negocios que tampoco compensan, se cierra y se dedica uno a otra cosa”. Es otra de las reflexiones que Valverde ha dirigido “al agricultor manifestante” hoy jueves en su perfil de Facebook. Precisamente eso es lo que ha hecho Emerita Resources después de haber incumplido flagrantemente todas las promesas y todos y cada uno de los compromisos adquiridos en el concurso para la reapertura de la mina de zinc de Reocín. Como reconoció Martín el pasado lunes en el Parlamento autonómico: “De 17 millones de inversión, sólo invirtieron realmente 1,2 millones, y de 145 sondeos que prometieron realizar, únicamente seis”.

No es la primera vez que los excesos verbales de los abogados de Emerita Resources llegan a los medios, tanto que ya les ha costado algún que otro revolcón judicial. Sin ir más lejos, Ramón Escudero –que dirige Trajano XXV y ha sido consejero de Cantábrica de Zinc y representante legal del presidente de Emerita, Joaquín Merino–fue condenado por un Juzgado sevillano por mentir en una entrevista en 13 TV sobre Vicente Fernández, que ocupaba el cargo de secretario general de Innovación de la Junta de Andalucía. La indemnización que Escudero fue condenado a pagar fue destinada por Fernández a un comedor social.

La presencia empresarial de Emerita Resources en España se cuenta por fracasos

Lo cierto es que la presencia empresarial de Emerita Resources en España se cuenta por fracasos: Expulsados de Asturias, de Extremadura y esta semana también de Cantabria, además de cinco años empantanando la reapertura de la mina de Aznalcóllar en Andalucía. Actividad productiva, ninguna. Mucha especulación y mucho artificio mediático, pero nada de creación de empleo y riqueza. Eso sí, además de frustrar las expectativas de quienes confiaron en sus palabras y en las promesas de inversiones y puestos de trabajo en el sector minero, se permiten el lujo de insultar y vilipendiar a los agricultores que tan mal lo están pasando.

Lo que sigue es el texto íntegro publicado por Miguel Ángel Velarde hoy en su perfil de Facebook:

Estimado agricultor manifestante:

Te quejas de que te pagan demasiado poco por lo que vendes. Qué cosas, a mí también. Y cualquiera con un negocio siente lo mismo.

Ah, pero es que tú mereces que te paguen más. Como todos. Pero algo vale lo que otros estén dispuestos a pagar por ello, no lo que tú sientas que deben pagarte. Como en cualquier negocio.

Pero otros ganan dinero con lo que te compran. Vaya, ¿tú si mereces ganar dinero pero el resto no? ¿Has pensado en hacer por tu cuenta las funciones de distribución, transporte y venta al público, por ejemplo? No, que otros las hagan pero gratis, ¿no?

Es que con esos precios no compensa. Pues como el resto de negocios que tampoco compensan, se cierra y se dedica uno a otra cosa.

Pero es que eres maravilloso y especial, y tú si mereces que te traten diferente que al resto de empresarios. Y por eso exiges… ¿soluciones, lo estás llamando?

Estimado agricultor manifestante:

Las soluciones que vociferas pasan por una de estas dos medidas:

  1. El control de precios en algún punto de la cadena de producción y distribución. Eso quiere decir que lo que pides es que yo pague más (y luego hablamos de las consecuencias nefastas de los controles de precios).
  2. La subvención de tu actividad, lo que significa que yo te tenga que pagar (sí, el dinero público no aparece mágicamente, sino de impuestos) por tu cara bonita.

En cualquier caso, amigo agricultor manifestante, lo que quieres es que el Gobierno me obligue a darte mi dinero. Resumiendo, lo que pides es un robo.

Podría simpatizar contigo, podría empatizar con tus problemas… hasta que te pones a exigir mi dinero.

De modo que con el máximo de los respetos y con todo mi cariño, estimado agricultor manifestante, que te jodan.

Un abogado de Emerita Resources a los agricultores que se manifiestan: “Que os jodan”
Comentarios