La Autovía de la Meseta (A-67) ha recuperado la normalidad tras haberse abierto este domingo el tramo que permanecía cerrado desde el pasado martes por el hundimiento que se produjo en el carril derecho y que obligó al corte total de la vía desde Polanco, algo que produjo varias retenciones en este punto durante cinco largos días para los conductores que frecuentaban la zona. En un principio, Fomento tenía previsto reabrir la A-67 el domingo por la tarde, pero, tras cinco largos días de trabajo, finalmente ha podido abrirse al tráfico a las 06:00 horas de la mañana, como anunciaba Echevarría en el día de ayer.
El desprendimiento que rompió la normalidad de la Autovía de la Meseta, se produjo por las intensas lluvias caídas en las horas previas y que generó un profundo socavón en el carril de la autovía, por lo que fue necesario el corte total de la calzada. De esta manera, se acabó desviando el tráfico por las carreteras N-611 y CA-330 desde el enlace de Polanco (situado en el P.K. 187,000), ya que es una autovía muy frecuentada para muchos destinos.
Imagen de la zona tras la reapertura | Foto: Fomento
Tras este hundimiento, las tareas de reparación se iniciaron "inmediatamente" para poder restablecer el tráfico a la mayor brevedad posible, algo que finalmente ha ocurrido cinco días después de producirse el desprendimiento.
RETENCIONES
El primer día tras el hundimiento de la A-67 a la altura de Barreda produjo atascos en más de una carretera. Así, fue el caso de la N-611 y de la CA-330, donde se desvió el tráfico ya en las pimeras horas.
En el caso de los autobuses que hacían la ruta desde Santander, han sido desviados por la zona de Renedo, saliendo así a Torrelavega con el fin de no quedar atrapados en ningún atasco, a pesar de que fuese un recorrido más largo. Algo parecido ha pasado con los vehículos propios quienes han tomado otra alternativas estos cinco días de colapso en la entrada a Torrelavega.
Durante todo el día y a estas horas del domingo, la A-67 ha vuelto a recuperar la normalidad y muchos de los conductos que transitan la zona diariamente respiran tranquilos.
