viernes. 19.04.2024
SANTANDER

27 personas pierden su vivienda por el derrumbe provocado por unas obras denunciadas en tres ocasiones

Los vecinos denuncian “negligencias” en la reforma del antiguo pub ‘Masters’, adquirido por Guillermo Vega, empresario que gestiona los conciertos de la Semana Grande de Santander a través de Mouro Producciones.

El Ayuntamiento había otorgado una licencia de obra menor, pero se comprobó que se estaban llevando a cabo actuaciones de obra mayor, por lo que se ordenó una paralización que no se ha podido comprobar.

El edificio de la calle del Sol, antes y después del derrumbe
El edificio de la calle del Sol, antes y después del derrumbe

Tres denuncias de los vecinos del número 57 de la calle del Sol alertaban de lo que podía ocurrir, o al menos de los daños que estaba sufriendo su edificio, pero las actuaciones desde el Ayuntamiento no tuvieron la efectividad que cabría esperar. El pasado 2 de junio ya registraron un escrito en el que advertían que la obra que se estaba ejecutando en el antiguo pub ‘Masters’, ubicado en uno de los bajos del edificio, no se hacía correctamente. Y en efecto, los técnicos del Ayuntamiento comprobaron que, a pesar de tener una licencia de obra menor, algunos de los trabajos correspondían a obra mayor, por lo que se dio orden de paralizar la obra, aunque a partir de aquí es una incógnita, incluso para el propio Consistorio, que realmente se respetara el mandato. El local estaba siendo reformado por Guillermo Vega, empresario de Santander que gestiona los conciertos de la Semana Grande a través de Mouro Producciones.

"Yo he visto meter ahí una mini pala y estar picando. Qué es lo que se han cargado, no lo sé porque no hemos entrado ninguno. Pero bueno, esperemos que los técnicos digan por qué ha sido", ha dicho Benjamín Gándara, uno de los vecinos afectados. Todo apunta, según ha revelado el Ayuntamiento, que “lo que se han cargado” es un muro de carga de la fachada oeste, lo que para los vecinos es una “negligencia”.

"Mentalmente estás hundido porque son 42 años viviendo ahí y se van todos los recuerdos. Eso no te lo va a devolver nadie", ha apuntado un vecino

Según revelaba a última hora de este miércoles el concejal de Infraestructuras, Urbanismo y Vivienda, César Díaz, se ordenó paralizar las obras una vez se comprobó que no correspondían a la licencia concedida, y hasta que se otorgara una nueva. Sin embargo, no pudo aclarar si realmente las obras efectivamente se paralizaron.

La cuestión que se plantea ahora es qué ocurrirá con las 27 personas que viven en las 15 viviendas del edificio. Por lo pronto, y durante 15 días, tendrán que vivir con familiares o en el Centro Princesa Letizia. Ese es el plazo máximo que la alcaldesa de Santander, Gema Igual, ha dado para terminar los trabajos de desescombro. Sin embargo, muchos de los vecinos lo han perdido todo, no solo las posesiones materiales, sino los recuerdos, y no está claro qué ocurrirá con las viviendas afectadas. Asimismo, y según la alcaldesa, ocho de los propietarios ya han recibido ayudas económicas de emergencia.

"Mentalmente estás hundido porque son 42 años viviendo ahí y se van todos los recuerdos. Eso no te lo va a devolver nadie", ha apuntado Benjamín, que espera que la solución que finalmente se adopte sea la de reconstruir la parte derrumbada de este edificio de cinco alturas construido en 1956.

El colapso de la estructura, que se produjo en la tarde del miércoles, parece que era algo esperado. Más allá de las reiteradas denuncias realizadas por los vecinos, el edificio fue desalojado unas horas antes tras una llamada de un vecino que alertaba de una grieta. Fueron los bomberos y técnicos del Ayuntamiento los que comprobaron el estado del edificio y decidieron sacar a todos los vecinos que en ese momento se encontraban en el interior, por lo que no ha habido heridos.

DERRUMBE

No es el primer incidente de estas características que se produce en Santander. En la memoria de los vecinos está el desplome de una fachada del Hospital Universitario Marqués de Valdecilla y el derrumbe completo del Hotel Bahía en 1992, que dejó seis muertos y otros tantos heridos, y del que este 2017 se han cumplido 25 años.

Este caso posiblemente sea el que más similitudes tiene con lo ocurrido el pasado miércoles día 19. Al igual que en este caso, se estaban realizando unas obras de remodelación del establecimiento, que había sido cerrado dos meses antes. Fue durante el derribo de una de las paredes cuando la estructura de una de las paredes se vino abajo, atrapando en su interior a varios trabajadores, cinco de ellos falleciendo en el acto y un sexto en Valdecilla días después.

Del posterior proceso que dirimió responsabilidades se declararon dos culpables: el dueño del hotel, Armando Álvarez (un año de prisión por imprudencia temeraria), y el aparejador Antonio Gómez Peña (ocho meses por el mismo delito).

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